Nuevo episodio de absoluta vergüenza en el fútbol regional. Nuestro deporte no se puede ver manchado constantemente por la actuación de cuatro cafres en los terrenos de juego, y es que este fin de semana hubo una nueva agresión a un árbitro, esta vez en la Comunidad de Madrid. El club implicado es el CD Atlético Fuenlabreño, que ahora tendrá que dar explicaciones al respecto.
por el lado contrario del verde aparece un hombre que le lanza un paraguas, impactando contra el cuerpo del árbitro
En la agresión se aprecia cómo varios aficionados de la grada tratan de llegar a las manos con el colegiado. Unos no lo consiguen porque los frenan los propios jugadores, pero por el lado contrario del verde aparece un hombre que le lanza un paraguas, impactando contra el cuerpo del árbitro. Se trata de imágenes vergonzantes que se han de erradicar lo antes posible.
El principal problema es que no se trata de un caso aislado. Por desgracia, cada vez es más complicado que surja una nueva camada de árbitros, pues observan que en cualquier momento pueden ser agredidos por los auténticos energúmenos (que son muy pocos) que hay las gradas. La violencia nunca es la solución, pero menos todavía cuando lo que hay en juego es un partido de Regional.
🤬 ¡𝙐𝙣𝙖 𝙖𝙜𝙧𝙚𝙨𝙞𝙤́𝙣 𝙢𝙖́𝙨! 🤬
Campo de la Aldehuela 2, @AytoFuenlabradaEl club @Cdfuenlabreno debe dar explicaciones y la @RFFM_oficial no mandar ni un árbitro más allí.
De lo contrario tocará 𝗣𝗔𝗥𝗔𝗥 ⛔
¡¡¡SINVERGÜENZAS!!! https://t.co/xhIf3tdNRO pic.twitter.com/y6AdavTwR0— arVis madriZ 🏴☠️ (@arVis_madriZ_) May 28, 2023
La Real Federación de Fútbol de Madrid deberá tomar cartas en el asunto con la mayor brevedad posible y el CD Atlético Fuenlabreño asumir una sanción que debería ser ejemplar. Los campos de fútbol no son lugares para protagonizar batallas campales, sino para disfrutar de nuestro deporte, y con este tipo de espectáculos solo se consigue lo primero.
Lo que sucedió el pasado fin de semana en el Campo de la Aldehuela 2 debe ser un punto de inflexión para luchar de una forma seria contra este tipo de situaciones. Las agresiones no tienen cabida en el fútbol, pero menos todavía de un aficionado hacia un árbitro, que está realizando su trabajo como cualquier otra persona.
