El trabajo de un árbitro es muy poco agradecido. Constantemente se han de enfrentar a faltas de respeto por parte de la grada, muchas veces incluso de los propios padres de los niños que están compitiendo. No obstante, quien es árbitro por vocación muchas veces demuestra su gran devoción, y el detallazo de Martín Corral Gil con un benjamín del CD Covadonga es un ejemplo de ello.
🙌El árbitro, Martín Corral Gil, Sonrisa Vitaldent de marzo.
Gran detalle de Martín al preocuparse durante el partido de benjamines entre el Cova y el Sporting, por la lesión de nuestro jugador Mateo Trelles, que tenía una clavícula rota.
¡Enhorabuena Martín!#PatrocinadorCova pic.twitter.com/Ih6gk47w0f
— CD Covadonga (@CDCovadonga) April 13, 2023
El club asturiano inmortalizó un momento precioso que debería verse en todas las escuelas de fútbol. A la finalización del encuentro, el árbitro Martín estaba dialogando en un banquillo con Mateo Trelles, benjamín del Covadonga, que se había lesionado. Simplemente este gesto de preocupación había hecho inmensamente feliz al niño.
Y así se lo ha querido reconocer a Martín el Club Deportivo Covadonga entregándole el premio Vitaldent de marzo. En un mundo del fútbol cada vez más abocado a la competitividad desmedida, esta imagen es un pequeño oasis en el desierto, una pequeña esperanza de que todavía quedan profesionales que están al servicio del resto.
En un mundo del fútbol cada vez más abocado a la competitividad desmedida, esta imagen es un pequeño oasis en el desierto
Desde aquí también queremos felicitar a Martín Gil por su inconmensurable labor con los más pequeños. La categoría benjamín es una edad donde los niños no han de tener otra preocupación que divertirse y aprender conceptos. Más adelante ya tendrán tiempo de ponerse nerviosos con ascensos y descensos, de momento que disfruten de los grandes profesionales que todavía quedan.
