Cuando un equipo cambia a su entrenador es porque también espera que haya un cambio de dinámica. La llegada de un nuevo míster facilita que los futbolistas que ya se habían asentado tengan que ganarse de nuevo el puesto, mientras que los que estaban desahuciados tienen una nueva oportunidad de volver a jugar. Todo esto genera una competencia interna positiva para la plantilla.
El derbi asturiano podía sacar a uno de los dos equipos del pozo, pero finalmente no lo consiguió ninguno
Sin embargo, en el Real Avilés de momento no se están dando los resultados esperados. El conjunto de Manolo Sánchez ahora mismo se halla en puestos de descenso, y es que no pudo pasar del empate a 0 en su enfrentamiento directo ante el Marino de Luanco. El derbi asturiano podía sacar a uno de los dos equipos del pozo, pero finalmente no lo consiguió ninguno.
Eso sí, si alguien se quedó cerca de conseguirlo fue el equipo de Sergio Sánchez. El Real Avilés se quedó con diez jugadores tras la expulsión de Merecerreyes por doble tarjeta amarilla en el minuto 36, es decir, todavía quedaba más de una parte y ya estaban en inferioridad numérica. Sin duda, es un buen ejemplo de lo que está siendo esta temporada para el Avilés.
Tras esta expulsión, para los pupilos de Manolo Sánchez el partido se convirtió en un ejercicio de supervivencia. El Marino de Luanco no dejó de insistir sobre la portería rival, pero finalmente no fue capaz de superar el entramado defensivo visitante, así que el choque terminó con el mismo resultado con el que empezó: empate a nada.
La situación del Real Avilés preocupa, ya que han pasado de ser un equipo candidato al ascenso a pelear por no bajar a Tercera Federación. Eso sí, la próxima jornada tienen una oportunidad de oro para reencontrarse con la victoria, ya que reciben en el Román Suárez Puerta a la Arandina CF, el colista de la categoría. Con esos tres puntos y resultados externos favorables podrían salir de la zona roja.
