El Unión Popular de Langreo es, hoy por hoy, el máximo representante del fútbol asturiano no profesional. Su temporada, lejos de ser perfecta, ha sido bastante correcta teniendo en cuenta las circunstancias en las que el equipo afrontaba la temporada. Con más de la mitad de la plantilla en su primer año en el club, el UP Langreo completó una primera fase en la que acabó el quinto de la clasificación, lo que le otorgó plaza para competir por el ascenso a 1ª RFEF el año que viene.
Con el puesto para 2ª RFEF asegurado, los de Ángel Rodríguez buscan rematar una temporada decente con una recta final perfecta, lo que podría garantizarles la tan ansiada plaza. Para ello tienen tres finales en los próximos 17 días ante rivales directos en la clasificación. Racing de Ferrol, Deportivo de La Coruña y Compostela serán los rivales del equipo en estos tres partidos decisivos.
Debido al dominio gallego durante la segunda fase, Deportivo y Ferrol ocupan las dos plazas de ascenso a 1ª RFEF, pero todo puede cambiar en los últimos tres partidos. El UP Langreo ya ganó hace 10 días al Deportivo, e hincó la rodilla por la mínima frente al Ferrol, el apurado empate contra el Compostela el fin de semana pasado fue un jarro de agua fría para las aspiraciones del equipo. Ahora queda la vuelta de estos tres partidos y lo que está asegurado es que el UP Langreo tendrá mucho que decir a los gallegos.
Una victoria, un empate y una derrota en la ida
Una de las ventajas con las que cuenta es que dos de sus tres partidos son como local, por lo que el Nuevo Ganzábal puede ser determinante para las aspiraciones del equipo. Hay que recordar que el UP Langreo tan solo ha perdido un partido como local en toda la temporada. Por último, Adrián Torre parece haber echado el cerrojo a su portería, pues solo ha encajado dos goles en los tres partidos correspondientes a la segunda fase.
Todo esto debería ilusionar a los aficionados del equipo asturiano de cara al tramo final de temporada, donde ellos también pueden ser cruciales para el ascenso al poder acceder al campo para animar a su equipo en los dos partidos que tiene como local.
