Buenas noticias las que nos llegan procedentes del CH Canyamelar Valencia, uno de los cuatro representantes de la Comunidad Valenciana en la Liga Guerreras Iberdrola. Las valencianas han sido liberadas de la deuda que poseían con la Federación Española de Balonmano.
Una deuda que ascendía a los 11.025 euros por una serie de impagos al estamento arbitral y que había provocado que la RFEBM decretara que hasta que no fuera solventada el Canyamelar perdería todos los partidos que disputase como local. Una medida que se activó ante el Rocasa Gran Canaria en la 16ª jornada, encuentro que no se celebró y que las canarias se llevaron.
Un mecenas ha saldado la deuda que tenía el club con la RFEBM.
Una peliaguda situación que hacía peligrar la permanencia en la élite, donde la crisis financiera ha llevado no sólo ha no poder pagar con anterioridad a los árbitros sino al propio cuerpo técnico y jugadoras de primera plantilla. Pero eso se ha acabado, por fin hay luz al fondo del túnel.
Un mecenas, cuya identidad se quiere preservar, ha liberado al Canyamelar Valencia de la deuda contraída con la Federación Española. No sólo se ha hecho cargo de los impagos con los árbitros sino que además permitirá que se comiencen a cubrir pagos que se les deben a las jugadoras y al cuerpo técnico.
La deuda por impagos al estamento arbitral era de 11.025 euros.
De esta manera el próximo sábado 9 de marzo, a partir de las 19:30 horas de la tarde, el Canyamelar Valencia recibirá en la decimooctava jornada jornada al BM Porriño. Un partido que podrá celebrarse gracias a la inyección económica del «salvador» del club.
En estos momentos, las valencianas ostentan la duodécima posición con siete puntos. Ojalá a partir de ahora vayan escalando puestos en la clasificación con la tranquilidad de otorga el saber que por fin, muchos meses después, se ha puesto fin a la pesadilla.
Por dicha deuda, perdieron el partido como local ante el Rocasa Gran Canaria.
