La pandemia ha provocado una serie de alteraciones y modificaciones en todos los sectores, y en el fútbol no iba a ser menos. El periodo después del COVID ha desembocado en una congestión importante de partidos. Las confederaciones, con tal de llevar a cabo todas sus competiciones y con la finalidad de que estas no se vieran afectadas, han colocado desde mayo del 2020 una gran cantidad de encuentros en unos pocos meses.
Todo ello ha hecho que los futbolistas apenas hayan contado con vacaciones en el verano del pasado año. Para ser más exactos, según los datos del informe “Player Workload & Recovery 2021 During The Emergency Calendar” publicado por FIFPro, el 23% de los jugadores contaron con menos de dos semanas de vacaciones, mientras que el 49% tuvieron menos de tres semanas, lejos de las cinco recomendadas por el sindicato internacional de futbolistas.
El COVID ha desencadenado en una congestión de partidos y un 23% de los futbolistas contaron con menos de dos semanas de vacaciones, lejos de las cinco recomendadas
Entre los casos más llamativos, encontramos a Niklas Süle, jugador del FC Bayern de Múnich, el cual pudo contar con once días de descanso, al disputar la final de la Champions League el 23 de agosto y empezar la temporada 2020/2021 el 3 de septiembre en la Nations League con Alemania.
Un caso similar es el de Kylian Mbappé, el cual también compitió en la final de la Champions League jugando todos los minutos y, el 5 de septiembre, comenzó su andadura en la Nations League con Francia, teniendo 13 días de vacaciones. Respecto a este hecho, el futbolista declaró el 26 de octubre: “para mí, la sensación es que estoy en el partido número 60 de la temporada y no en el noveno. Tuvimos un maratón de encuentros. Generalmente, cuando llegas a una final de la Champions League, tienes vacaciones, pero nosotros no tuvimos tiempo para descansar».
«Para mí, la sensación es que estoy en el partido número 60 de la temporada y no en el noveno»
Debido a la situación originada por la pandemia, en un gran número de casos, como es también el de Kylian Mbappé o el de Luís Suárez, los jugadores no podrán disfrutar de vacaciones hasta (por lo menos) el Mundial de Catar de 2022, lo que dificulta en gran medida su recuperación, aumentando las opciones de sufrir lesiones, pudiendo disminuir el rendimiento del futbolista.

FIFPro habla de periodo de emergencia para un jugador cuando tras disputar como mínimo 45 minutos de un partido, vuelve a hacerlo teniendo menos de cinco días de reposo. Los futbolistas que compiten en su liga doméstica, después del COVID han visto aumentada su participación en duelos en periodo de emergencia hasta en un 42,1% de los encuentros, por un 31,4% antes del COVID.
FIFPro considera el periodo de emergencia cuando un jugador después de jugar como mínimo 45 minutos vuelve a hacerlo tras menos de cinco días de descanso
En el caso de futbolistas que disputan competición europea y cuentan con mucha carga de minutos, este porcentaje se ha visto alterado de forma más llamativa todavía. Han pasado de un 59% antes del COVID, a más de un 80% después del mismo. Los casos más llamativos en la conferencia UEFA son los de Samir Handanovic, portero del FC Inter de Milán, con un 82%, y el de Harry Maguire, central del Manchester United FC, con un 73%.
Muchos minutos en las piernas de los jugadores para pocos días de descanso entre partidos. Todo ello sumado a viajes y desplazamientos, hace que la recuperación de los futbolistas cada vez sea más compleja. Al contar con tan poco tiempo, es clave una buena planificación y una optimización de los recursos.
Así pues, el papel de los fisioterapeutas, preparadores físicos, psicólogos y nutricionistas, va cogiendo más importancia para poder garantizar esa recuperación, tanto mental como física. Todos los servicios comentados se pueden encontrar en Health Valencia Academy.