El ascenso, por mucho que cueste asimilarlo y haya poco tiempo para ello, sana heridas del pasado. Israel Quintana, después de cuatro temporadas en la UD Villa Santa Brígida, optó el pasado verano por cambiar de aires y firmar como técnico del Arucas CF. Bajar un escalón para recuperarlo, ese era el propósito para un hombre que dirigió más de 180 partidos oficiales en la entidad satauteña.
Con una espina que quitarse. Quintana probó los sinsabores de quedarse a las puertas de un ascenso, en aquel caso, a Segunda B; no obstante, y pese a que el temor se apoderara de él en varios momentos de la eliminatoria frente a la UD Las Zocas, miró de frente al miedo para doblegarlo.
Israel, después de que hayan pasado 24 horas desde el pitido final que devolvía al conjunto de la ciudad de las flores a Tercera, ya piensa en su inmediato debut en categoría nacional. El Panaderías Pulido de Juan Carlos Socorro, el primer escollo para no renunciar a nada.
P: ¿Ya ha asimilado el ascenso?
R: Todavía no, pero no me queda más remedio. Desde mañana, tenemos que ponernos de nuevo el mono de trabajo y pensar en la primera jornada liguera.
P: Meses de incertidumbre que tocaron a su fin de manera satisfactoria.
R: Fue una liberación, y máxime cuando conseguimos el objetivo. Fueron muchas semanas e incluso meses de no saber si se jugaba o no; estábamos cansados de la situación. Desde la directiva, pasando por el cuerpo técnico y acabando por los jugadores, queríamos que esta situación concluyera. Al final, todo salió bien.
P: Cayeron en la ida, se quedaron con uno menos, les empataron en la recta final; no obstante, el Arucas CF no dejó de creer en ningún momento.
R: Si antes de empezar el partido de ida, me dicen que quedamos 3-2 en un campo tan difícil como el Juanito Marrero, lo firmo; sin embargo, viendo el transcurso del partido, se te queda un sabor agridulce. Si en Las Zocas hubiéramos sido capaces de equiparar el rendimiento de la primera parte con el de la segunda, no habríamos perdido. Eso sí, hay que atribuirle todo el mérito a los zoqueros, que fueron capaces de darle la vuelta al marcador cuando lo tenían más difícil. En la vuelta, no bajamos los brazos en ningún momento. Aproveché el descanso para recordarle a los futbolistas lo que nos pasó en el partido de ida, y supieron responder al estímulo. Es cierto que con la expulsión, se nos complicó todo; sin embargo, supimos sacar fuerzas y adaptarnos a las circunstancias. Nos igualaron a falta de diez minutos y aparecieron viejos fantasmas. La suerte y calidad nos ayudó.
«Nos igualaron a falta de diez minutos y aparecieron los viejos fantasmas»
P: Cuando habla de viejos fantasmas, ¿lo hace del ‘play-off’ frustrado en su etapa como entrenador del Villa?
R: Sí. Temía que pasara lo mismo que entonces. Estaba convencido de que, tras el empate, los futbolistas se dejarían la piel en el campo, pero, claro, el verte con un futbolista menos, con un rival que te empata y le vale el resultado… te da vértigo, sobre todo porque teníamos poco margen. En ese momento, hice un cambio ofensivo y arriesgué (Verdes por Romario, 83’); no nos quedaba otra que echar el resto. Tuve miedo, no te lo puedo ocultar, sobre todo porque el duelo entraba en una nueva dimensión que le era más favorable a Las Zocas. A ellos, por su configuración de plantilla, les cuesta llevar más el peso de partido, pero robando y en transición, son letales. Al final, nos salió bien.
P: Le salió tan bien que Romario, ese ariete que sustituyó al defensor Verdes, anotó el 3-1…
R: Sí, pero tras el gol, lo que me vino a la cabeza es que a la UD Las Zocas le valía con uno más para llevar la eliminatoria a la prórroga. Vi a todos los futbolistas celebrando el gol como si ya hubiéramos ascendido, y no, tuve que recalcar desde la banda que quedaban unos dos minutos y que no podíamos encajar. Teníamos un futbolista menos, un tiempo extra nos hubiera superado.
P: El ascenso era importante para la entidad, pero no tanto como la salud de todos. Lo dejaron de manifiesto.
R: Eso lo teníamos súper claro. Cada uno tiene su familia, trabajo, estudios… no podíamos concebir el arriesgarnos tanto por una eliminatoria de ascenso, por más importante que fuera. Un simple entrenamiento suponía una reunión de unas 30 personas; era un cóctel un poco explosivo. En todo momento y cuando la situación lo permitía, manteníamos la distancia de seguridad, para ello configurábamos sesiones diferentes a las habituales. No voy a decir que en un plano secundario, pero el fútbol no era ni es lo primordial; desde el Arucas CF priorizamos otras cosas.
«No voy a decir que pase a un plano secundario, pero el fútbol ni era ni es lo primordial»
P: ¿Cómo se plantea una temporada con tantos interrogantes?
R: Intentaremos llevar a raja tabla el protocolo que hemos aplicado hasta entonces, aunque es verdad que tenemos mucha incertidumbre. Hasta ayer (por el pasado domingo), estábamos preocupados por cómo estaba configurada la eliminatoria. Si un equipo no se presentaba en la ida, se daba por perdido el partido por un resultado de 3-0; en caso de que te pasara en la vuelta, no ascendías. Ahora en liga, debe ser igual.
P: Con los jugadores que tienen en plantilla, ¿les da para conseguir los objetivos en Tercera?
R: Sí. Tuvimos suerte con esta plantilla; los jugadores se comprometieron a seguir con nosotros independientemente de la categoría en la que jugáramos. Intentaremos entrar en Tercera con el cuchillo entre los dientes. No tenemos margen de error; creemos que tenemos una buena plantilla.
P: ¿Se puede aspirar a las plazas altas?
R: Mi idea como entrenador es esa, y sé que tengo futbolistas para ello. La única duda que se me genera es que hay jugadores como Futre, Carmelo o Nauzet Alemán que llevan tres o cuatro años sin competir en una categoría de estas características y nivel de exigencia; no sabemos el nivel que pueden alcanzar a medida que avance la competición. Por otra parte, tenemos otros chavales que no son tan conocidos y vendrán como motos. Tenemos un buen cóctel.
«Tenemos futbolistas para aspirar a las plazas altas; mi idea como entrenador es esa»
P: La primera piedra de toque, el Panaderías Pulido San Mateo
R: A partir de ayer, ya me puse a pensar en el rival que nos podía tocar. El San Mateo siempre ha sido un equipo muy complicado. Juan Carlos Socorro hace equipos muy competitivos, intensos y atravesados.
