La últimas tres jornadas disputadas, incluída la aplazada de ayer, le han permitido al Rinconeda de Polanco estar al borde de salir del descenso por primera vez desde que esta temporada diera el pistoletazo de salida en octubre pese a ser uno de los referentes por su cantera en el fútbol base de Cantabria. La última derrota de los rojillos fue dolorosa, y contundente. En el Juan María Parés Serra de Cabezón, los de Lobeto le endosaban un 3-0 para hundirles aún más en la tabla clasificatoria. Aunque no eran el farolillo rojo, veían lejos la salvación. Había 8 puntos de diferencia.
Pero siempre se suele decir que la Tercera División, de cualquier comunidad, es tremendamente impredecible. Este año en Cantabria el nivel está muy alto. El último puede meterle el agua en casa al líder. No sería la primera vez que eso sucede. Y los polanquinos en ningún momento se dieron por muertos, ni tiraron la toalla. En la entrevista al guardameta del equipo, me lo dejó muy claro: «el equipo trabaja bien y confiamos en la salvación».
El Rinconeda está empatado a puntos con el que marca la salvación
Una permenencia que ven más cerca que nunca. Los entrenados por Fernando Crespo se encuentran ahora mismo séptimos en la tabla clasificatoria con nueve puntos. Los mismos que el Atlético Albericia, quien marca el límite para mantener la categoría. Luego hay cinco conjuntos que se encuentran en un mismo carro peleando por entrar en la liguilla de ascenso a Segunda División B.
El próximo duelo del ‘Rinco’ no será nada sencillo. Reciben en el Municipal de Polanco al actual líder, ya no solo del grupo, sino de la categoría, al CD Cayón de Luís Fernández. Ese enfrentamiento corresponderá a la jornada 11 de liga. La última fecha de la primera vuelta de esta primera competición. Cumplir con los deberes para los rojillos resulta realmente complicado, dado el rival que tendrá delante. Sin embargo, como ya he dicho, en esta categoría nunca se sabe.