Este fin de semana ha tenido lugar el inicio de la segunda jornada en el Grupo XVIII de Tercera División en el fútbol Castilla-La Mancha. Como en otras muchas Comunidades Autónomas, Castilla-La Mancha ha comenzado por definir un camino en el que los equipos están separados según su clasificación entre los que aspiran al ascenso directo a Segunda RFEF, los que luchan por el play off de ascenso y los que anhelan la permanencia.
Y claro está, el fútbol en Tercera se vive de otra manera. Localidades casi al completo acuden cada jornada para brindar apoyo a sus futbolistas en estadios que no están preparados para acoger a todos ellos y sumarle las exigentes medidas sanitarias y de seguridad. Las imágenes, en Quintanar del Rey en este caso, son claras y sorprendentes.
Si, esta es la distancia de seguridad que había hoy en Quintanar del Rey. Aficionados sin respetar medidas, sin mascarilla, gritando y defendiendo a su equipo. Me parece lamentable que ni @guardiacivil , ni @FFCM_es sean capaces de hacer absolutamente nada (1) pic.twitter.com/WZ6W53dxE6
— Guille (@Guille_atance) April 4, 2021
El Quintanar del Rey iniciaba este domingo la fase de ascenso directo a Segunda RFEF, lo hacía ante el CD Marchamalo y lo hacía ganando el partido (2-1) gracias al doblete de Carlos Jiménez en la segunda parte que anulaba el tanto de Josemi Cerro para los gallardos en la primera parte. Sin embargo, los tres puntos quedaron a un lado cuando el encuentro terminó y los jugadores fueron a brindar la victoria a los hinchas del San Marcos.
Que si joder ! Que bote el San Marcos ! 🇳🇬🇳🇬🇳🇬🇳🇬🇳🇬⚽️🥉@cdquintanardrey pic.twitter.com/RXHjguYDEK
— Jesús Zamora (@repelera2020) April 4, 2021
Las imágenes están ahí y será la FFCLM y demás instituciones públicas las que velen por la seguridad general. La efusividad le jugó una mala pasada al Quintanar que en el día después del meritorio triunfo sobre el Marchamalo tendrá que argumentar por qué ocurrieron dichas escenas en las que se puede comprobar cómo los aficionados no guardaban las medidas sanitarias ni de seguridad. Preocupante y que desde luego no se puede volver a repetir en un estadio que siente el fútbol como suyo pero que ahora está obligado a acatar las normas por el bien general de los ciudadanos.