Primero fue el positivo por coronavirus detectado a Raúl Navarro del Río el que hizo saltar las alarmas en el Burgos CF. A las pocas horas, un nuevo caso en torno a la figura de Eneko Undabarrena puso en jaque la preparación de la primera plantilla en estas últimas semanas de pretemporada. Y es que, el equipo burgalés se vio obligado a parar las sesiones durante 24 horas a la espera de realizarse nuevos test que determinaran que no había ninguno caso más y garantizara el normal desarrollo del trabajo.
Se han podido entrenar con normalidad después de no detectar ningún positivo más
Pero parece ser que no va a haber ningún contratiempo en las siguientes horas ya que, después de los test realizados a primera hora de la mañana del jueves, no se detectó ningún positivo más. Eso permitió al conjunto de Julián Calero ejercitarse con normalidad desde las 9:30 horas de la mañana. No obstante, y para aumentar la precaución, los futbolistas y cuerpo técnico volverán a someterse a unas nuevas pruebas en la jornada de mañana sábado, antes de su viaje a San Sebastián.

Por lo tanto, el Burgos CF ‘respira’ algo más tranquilo con el Covid-19. Porque si la situación se hubiese agravado y se hubiera generado un brote, la primera plantilla burgalesa debería haberse confinado 10 días en sus domicilios. Algo que hubiese complicado -y mucho- su preparación para ese deseado debut en LaLiga SmartBank ante el Real Sporting de Gijón que tantos años llevan esperando.