La SD Almazán se adelantó en el campo del Diocesanos pero no supo mantener la ventaja y terminó cayendo por 4-1.
Uno de los jugadores más emblemáticos del club es Antonio de Pablo, Anto. El defensa, que afronta su sexto año en el Almazán, no comenzó la temporada debido a que es enfermero y no quería poner en riesgo a sus compañeros.
Hablamos con él para conocer los motivos de su vuelta y el momento que atraviesa el equipo.
P.: ¿Cómo fue el partido ante el Colegios Diocesanos?
R.: Fue muy disputado y estuvo condicionado por el viento. Atacamos a favor en la primera parte y estuvimos muy bien los primeros 25 minutos; llegamos a tener 2-3 ocasiones claras pero no pudimos transformar. A los diez minutos de adelantarnos nos empatan y, de ahí, hasta el final, fue muy competido.
En la recta final hubo un penalti dudoso que nos marcan y no supimos cómo gestionarlo; quisimos ir rápido a por el empate, adelantamos las líneas y nos pillaron a la contra y en un balón parado. Pienso que el resultado es engañoso porque tres goles son al final, pero no podemos permitir la gestión del segundo gol en contra.

P.: ¿Cómo ves al equipo?
R.: Lo veo muy bien. Sí que es verdad que me he reenganchado ahora pero solía ir a los entrenamientos en días sueltos cuando les hacía los test. Veo bien al equipo, tienen chispa y la gente está metida; en las posesiones hay mucho nivel, cuando entrenaba con ellos no sabía ni por dónde me daba el aire.
Pienso que nos ha faltado suerte y acierto en estos últimos partidos. El día de Burgos tuvimos un palo y varias ocasiones claras; y el día del Diocesanos igual: dos mano a mano que no supimos transformar. De haber metido esas ocasiones, los partidos hubiesen cambiado totalmente. Este fin de semana buscamos ganar en casa y dejar los empates a un lado.
P.: ¿Cuánto ha cambiado el equipo con respecto a la temporada pasada?
R.: Somos conscientes de la situación que vivimos en el país y por lo que no se han hecho apenas fichajes. La baja de Edipo es notable pero la gente de la casa ha dado un paso al frente. A los jugadores los veo bien, pero hemos tenido otras bajas importantes como las de Digo Antón, Alberto… que son jugadores que han jugado muchas temporadas en Tercera División.
Aparte, está la no posibilidad de fichar y de hacer una plantilla más amplia y competitiva; jugadores en cuarentena, en contacto con positivos, positivos… Eso va lastrando a todos los equipos. Nos falta dar un paso adelante, que espero sea en esta segunda vuelta, para pelear por algo bonito.

P.: ¿Con qué estaríais contentos en Almazán a final de temporada?
R.: El objetivo claro y principal es que el Almazán juegue el año que viene en Tercera División. La meta es quedar entre los seis primeros para jugar ese playoff que juegan cuarto, quinto y sexto; y, si se nos da bien, poder meternos arriba. Vamos partido a partido con el objetivo claro de la permanencia pero no vamos a renunciar a nada.
P.: ¿Cómo decidiste no empezar la temporada?
R.: La puerta siempre estuvo abierta por parte del club. Cuando yo viese que la situación era mejor y no hubiese riesgo para mis compañeros ni para mí, el hecho de ir a un vestuario y entrenar, podría regresar. Desde verano el contacto era continuo: les hago los test a los jugadores, estoy en el grupo del equipo, algún día suelto iba a entrenar… No entrenaba ni jugaba pero la opción esta ahí.
En cuanto vimos que la situación era más favorable, tenía más tiempo para mí y los casos en mi residencia bajaban, decidí que podía volver. Hablé con ellos por teléfono y al día siguiente ya estaba entrenando; fue todo muy rápido. Al final, llevo cinco años en Almazán y es como mi familia.
P.: Porque de volver a jugar, tu idea siempre fue el Almazán.
R.: No había otra opción, he tenido alguna llamada de equipos de preferente pero no había opciones de jugar en otro equipo. De ser, era el Almazán porque así me había comprometido en verano.