Si hay un equipo que no ha dejado indiferente a nadie en el Grupo I de Primera Federación ese es Unionistas Salamanca. El conjunto salmantino arrancó el año ofreciendo una malísima versión y coqueteando con el descenso, pero en la segunda vuelta ha sido el equipo más en forma de la competición, y esto se debe a un motivo muy sencillo: la llegada de Dani Ponz.
Unionistas se había convertido en el equipo más peligroso del grupo y jugar contra ellos significaba perder puntos con mucha probabilidad
El cambio de entrenador significó que el equipo comenzase a volar tanto en casa como fuera. Unionistas se había convertido en el equipo más peligroso del grupo y jugar contra ellos significaba perder puntos con mucha probabilidad. Así, comenzaron a llegar las victorias y con ellas un cambio de objetivo: en la grada empezaron a pensar que era posible clasificar al playoff.
De haberlo conseguido habría sido una proeza histórica, pero los resultados de la penúltima jornada han dejado a Unionistas sin opciones de ir al playoff, ya que aunque tan solo está a tres puntos del Celta B, tiene el average particular perdido con los de Vigo. Sin embargo, sí que hay un objetivo por el que todavía pueden pelear los salmantinos: la clasificación a la Copa del Rey.
Los cinco mejores conjuntos del Grupo tendrán el premio la próxima temporada de disputar esta Copa, y aunque ahora mismo Unionistas vaya séptimo, el hecho de que dos de los mejores clasificados sean el Castilla y el Celta B le hace estar dentro, ya que los filiales no se tienen en cuenta. Así, Unionistas ha llegado al último partido de esta campaña con opciones de jugar la Copa en su próxima edición, algo impensable hace unos meses.
Eso sí, para conseguirlo ha de ganar. El equipo de Dani Ponz cierra la temporada este sábado a las 19:30 h en el Fernando Torres frente al Fuenlabrada. El conjunto madrileño se juega salvar la categoría, por lo que no será nada sencillo vencerles.
Sea cual sea el resultado final, el conjunto salmantino ha realizado una segunda vuelta que ha sido para quitarse el sombrero. La transformación radical que ha realizado Dani Ponz con sus chicos está a la altura de las hazañas más inverosímiles, y ahora solo falta saber si se traducirá en el premio de jugar la Copa del Rey la próxima campaña.
