La UD Santa Marta lidera el Grupo VIII de Tercera División empatado a puntos con el Atlético Bembibre, que también suma nueve en este arranque liguero. Por el momento, el rendimiento de los jugadores en la categoría está siendo muy parecido al de la temporada pasada. Si tiramos la comparativa con la 2020/21 veremos que el equipo no perdió hasta la Jornada 10, y sumó cinco puntos de nueve posibles en las tres primeras. Sin embargo, no todo lo que ha rodeado a la plantilla en septiembre ha sido del color rosa. Para Sergio Hernández y Javi Sierra, primer y segundo exentrenador, este mes ha sido tremendamente negativo.
«empezamos a recibir por parte de la dirección deportiva del club faltas de respeto»
El primero de ellos ya denunció a través de una foto en Twitter lo que se sufría dentro del club. Lo hizo mediante una metáfora que todo el mundo entendió. Ayer, su acompañante en el banquillo se tomó la molestia de ratificar su pensamiento mediante un mensaje extenso y muy revelador. «Una vez comenzada la pretemporada, empezamos a recibir por parte de la dirección deportiva del club faltas de respeto hacia nuestra persona y hacia el trabajo diario de todo nuestro cuerpo técnico.», contaba Javier en sus líneas. A continuación, explicaba que esas faltas de respeto no solo no cesaron, sino que empeoraron con el paso de las semanas.
Otras de las cuestiones de las que se quejaba en su comunicado era del desbarajuste de última hora en las condiciones de su contrato: «¿Cuál es la sorpresa? Que esas condiciones a dos días del inicio de liga han cambiado. Y no solo es que sean peores, sino que me obligan a pagarme parte de la seguridad social de un contrato por cuenta ajena, cosa que no entiendo.» Expresaba Javier que decidió aceptarlas para no perder el foco en lo importante, el inicio de la competición. No obstante, lo más grave vino después: «Otro de los detalles a tener en cuenta y que se nos echa en cara es que no accedamos a poner las alineaciones que se nos marca desde la dirección deportiva. Entendemos que pueda haber un debate entre ambas partes para mejorar, pero nunca imponer porque los que trabajamos y vemos el trabajo diario de los jugadores somos nosotros, y dentro de nuestras obligaciones está decidir. Y más si esas decisiones obtienen un resultado positivo. ¿Por qué cambiar? ¿Por capricho de alguien? Si quieres que alguien te ponga el título, sácatelo y entrena«.
«se nos echa en cara que no accedamos a poner las alineaciones que se nos marca desde la dirección deportiva»
El técnico cerraba este capítulo comentando que este tipo de situaciones anómalas supuso el despido del cuerpo técnico. No obstante, explicaba que el club les hizo una última petición: «Se nos pide profesionalidad y que vayamos al entrenamiento previo al partido y al inicio de liga. Profesionalidad de la que ellos carecen ya que no se nos debían meses de la temporada pasada e incluso de la presente«. Contaba Javier que accedieron por hacerle un favor a los jugadores, mateniendo la exigencia y la preparación para llevarse ese día los tres puntos y marcharse con «la conciencia tranquila». Por último javier despedía su mensaje dándole las gracias a sus jugadores, a los que defendendará peleándose «donde y con quien haga falta aunque me acusen de amiguismo».