Una de las claves para ascender pasa por aprovechar las oportunidades. Cuando un equipo depende de sí mismo para asaltar el liderato no puede fallar, ya que estos son los puntos que después te vienen a la memoria a final de temporada, y esto mismo es lo que le ha sucedido al Zamora CF. Los de David Movilla tuvieron en su mano volver a la primera plaza, pero tropezaron.
incluso con diez supo defenderse de las acometidas locales
Los zamoranos no pudieron pasar del empate a 0 ante un competitivo Marino de Luanco, que incluso con diez supo defenderse de las acometidas locales. El Zamora afrontaba el choque sabiendo que sus dos contrincantes por el liderato habían empatado entre ellos, así que no podía existir una motivación mayor que la de dar un golpe de efecto a la clasificación.
No es una sorpresa para nadie que donde mejor trabaja el equipo de David Movilla es en la defensa. En las primeras jornadas batieron un récord de victorias e imbatibilidad sin precedentes en la historia del fútbol español y esto les sirvió para destacarse en la primera posición, pero ahora mismo la falta de gol les está lastrando y el choque ante el Marino de Luanco ha sido una buena prueba de ello.
Tampoco deja de ser curioso que ninguno de los cinco primeros clasificados del Grupo I de Segunda Federación han conseguido vencer este fin de semana. Ourense y Pontevedra empataron entre ellos en su duelo directo, el Rayo Cantabria no pasó del empate a uno en Aranda del Duero y el UP Langreo vio frenada su racha de victorias tras caer ante el Real Valladolid Promesas.
Esto indica que vencer en esta categoría no es nada sencillo. Todos los equipos son capaces de crear complejidades, y por este motivo la pelea por el liderato está más igualada que nunca. Las divisiones RFEF siempre comportan sufrir hasta el final para conseguir los objetivos, y todo apunta a que la lucha por el ascenso directo también se disputará hasta el último aliento.
