El fútbol a puerta cerrada es otro fútbol, lo dicen los jugadores, no se nota ese calor de la grada que hace más intensos los partidos, en especial ese tramo final del encuentro con un resultado ajustado donde el aficionado con su aliento lleva en volandas a sus jugadores, y atemoriza deportivamente a los visitantes.
Pero además está siendo un auténtico drama para los clubes. Sin público no se ingresa por las entradas, y este aspecto es un apartado importante en la economía de un club del llamado fútbol modesto. Y más ahora en este contexto económico complicado por esta pandemia que esta impidiendo a muchas empresas mantener su negocio como antes de que este virus apareciese, y por tanto, se complica la aportación económica a los equipos por parte de sus patrocinadores.
«Que en una sala cerrada pueda ir el 50% del aforo con 500 personas de limitación lo entiendo, pero en un espacio al aire libre no puedo entender que no se les permita a las mismas 500 personas»
El último Presidente de un club de Segunda B en alzar la voz ha sido Joan Agustí, de la Unió Esportiva Olot, en declaraciones a Ràdio Olot. El máximo dirigente de la entidad ha sido muy claro al preguntarle por si el club podrá hacer refuerzos este invierno en su plantilla: «Como del cielo no caiga dinero creo que no, estamos apuradísimos, llevamos cinco meses pagando y casi ninguno cobrando, por tanto esta es una situación terriblemente complicada y pido a los socios que sean solidarios con el club y con los colaboradores publicitarios».
Joan Agustí ha vuelto a solicitar, y ya son muchos, que se permita la entrada de los aficionados a las gradas de los campos, destacando que es posible hacerlo con orden y limitación: «Que en una sala cerrada pueda ir el 50% del aforo con 500 personas de limitación lo entiendo, pero en un espacio al aire libre no puedo entender que no se les permita a las mismas 500 personas el acceso». Y ha añadido: «Reivindico la presencia de público en los estadios con unos procesos rigurosos».
El Presidente de la UE Olot ha calificado la situación de «angustiosa», ante la imposibilidad de contar con ese ingreso por taquilla de los aficionados cuando considera que se podría llevar a cabo con seguridad para todos ellos.
