El Camp Nou de Morvedre vivió una tarde de infarto. El Atlético Saguntino remontó un 0–2 en inferioridad del rival para imponerse 3–2 al Crevillente Deportivo en un final absolutamente dramático. El conjunto visitante, que se adelantó en el minuto 1 y llegó a dominar el marcador hasta el tramo final, se quedó con un jugador menos en el 56’, y el Saguntino, empujado por su afición, protagonizó una reacción de las que se recuerdan.
El equipo de Guillem Beltrán mantiene así su pulso en la zona alta y recupera sensaciones tras la derrota en el campo del líder, el AC Torrellano. Para el Crevillente, en cambio, el golpe es durísimo: pasó de rozar su segundo triunfo consecutivo a marcharse sin recompensa en el descuento.
Golazo tempranero de Domingo Madrid
El encuentro no pudo comenzar de forma más inesperada. Apenas se había cumplido el primer minuto de juego cuando Domingo Madrid recogió un balón suelto en la frontal y lo convirtió en un golazo. Su derechazo se coló por la escuadra de Diego Huesca, que no pudo desviar el balón. El Crevillente, que llegaba al Camp de Morvedre tras su primera victoria del curso en Soneja, sorprendía desde bien pronto.
El tanto tempranero dio confianza al equipo de José Manuel Más, que supo contener las acometidas del Saguntino durante toda la primera mitad.
El 0–2 y la expulsión que lo cambió todo
La segunda parte arrancó con el mismo guion: un Crevillente serio, bien plantado y con las ideas claras. En el minuto 47, un centro desde la derecha encontró completamente solo en el segundo palo a Alberto Pérez “Tiku”, que empujó con la izquierda para hacer el 0–2 y desatar la sorpresa en la grada.
Pero el partido dio un vuelco apenas nueve minutos después. Domingo Madrid, autor del primer gol, vio dos tarjetas amarillas consecutivas (49’ y 56’) y dejó a su equipo con diez. El conjunto alicantino se vio obligado a replegar líneas, y a partir de ahí comenzó otro encuentro.
El Saguntino despierta: tres goles en ocho minutos
Con un hombre más y todo el Camp de Morvedre empujando, el Atlético Saguntino se lanzó al ataque. En el minuto 82, una indecisión en la salida del portero Erik Santiago y un mal despeje de la defensa dejaron el balón suelto en la frontal. Omar Fadili, con sangre fría, lo elevó con una sutil vaselina sobre el guardameta para firmar el 1–2.
El tanto fue el inicio de una remontada frenética. En el 90’, un córner desde la derecha generó un remate dentro del área. Erik Santiago logró detenerlo, pero el balón quedó muerto y Mary Sangare, lanzándose al suelo, empujó la pelota para igualar el marcador. Aún faltaba el último capítulo de la historia.
El desenlace, en el 93’
Con el Saguntino volcado, se produjo una jugada caótica dentro del área visitante. La defensa del Crevillente no consiguió despejar un balón que fue rebotando entre piernas hasta caer a los pies de Aitor Sáez, que desde la frontal conectó un zurdazo. El disparo tocó en la cabeza de un defensor y cambió completamente de trayectoria, despistando al portero y entrando por el palo contrario.
El 3–2 desató la locura. Los jugadores del Atlético Saguntino corrieron hacia la grada, el banquillo invadió el campo y el público celebró una victoria épica, marcada por el carácter y la fe de un equipo que nunca se rinde.
Un triunfo con sello romano
El Atlético Saguntino reafirma su condición de aspirante al ascenso con una victoria que vale más que tres puntos. Supo sufrir, reaccionar y firmar una remontada que alimenta su espíritu competitivo.
El Crevillente, por su parte, se marchó con la sensación de haber dejado escapar una gran oportunidad. Estuvo por delante durante 90 minutos y acarició el triunfo, pero la expulsión y el empuje local acabaron por condenarle.
El fútbol, una vez más, demostró que hay que creer hasta el final
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