A él no le hablen del miedo al fracaso, ni de la próxima victoria como la definitiva. El entrenador andaluz Juan Márquez tiene una maleta tan llena de grandes experiencias y heridas superadas, que sabe que en la vida y en el fútbol todo consiste en aprender y disfrutar.
El actual técnico del CD Acero ha entrenado en Bolivia al máximo nivel, ha pasado por clubes tan relevantes como el Extremadura UD y Recreativo de Huelva. Un infarto le sorprendió cuando entrenaba en el Santa Coloma de Andorra. Este verano llegó al centenario club del Puerto de Sagunto y tras las primeras tres jornadas disputadas desde Golsmedia charlamos con él para conocer más la historia de Juan Márquez.
Por todo lo anterior, el irregular comienzo en su nuevo equipo, un punto de nueve posibles, lo afronta con tranquilidad. El entrenador explica tras la derrota de 2-0 frente el CD Eldense que lo afrontaron «sabiendo que era muy complicado por el nivel del rival y además porque no teníamos a nuestro delantero referencia Farisato, ni a nuestro único lateral izquierdo Joel Silva». El técnico concluye que ante partidos de este nivel «tenemos que estar todos disponibles para tener posibilidades de sacar puntos y además no cometer errores, y hacer un buen trabajo defensivo como el que realizamos la primera parte».
Sobre su aterrizaje a Puerto de Sagunto comenta que se ha encontrado «una institución muy familiar, con ganas de crecer, con un buena estructura y buena cantera». Además Juan Márquez valora el haber llegado a un club «con mucha historia y que cumple su centenario, por lo tanto lo afronto con mucha ilusión y responsabilidad el proyecto». El objetivo está claro tras el sufrimiento del pasado curso: «la permanencia a ser posible un poco antes que la temporada anterior, que se consiguió la ultima jornada y por el gol average, pero somos conscientes de la dificultad que tiene mantenerse en este grupo». A pesar de contar con uno de los presupuestos más bajos de la categoría, el entrenador andaluz asegura que transmite a sus jugadores «que tenemos que ser ambiciosos y conseguir nuestro primer objetivo lo antes posible y luego ver hasta donde somos capaces de llegar, cero presión pero máxima ambición e ilusión».
Juan Márquez, éxitos y golpes en su vida profesional y personal
San Juan del Puerto, municipio de la provincia de Huelva, es el lugar donde nació este aventurero del fútbol. En el histórico Recreativo de Huelva entrenó durante años a los equipos juveniles de esta entidad. Emprendió un viaje a Bolivia para dirigir al Atlético Potosí, al que cogió en horas bajas en la última posición y logró mejorar sus resultados hasta dejarlo cuarto, clasificado para la Copa Sudamericana.
Aquella experiencia Juan Márquez la recuerda como “inolvidable, entrenar en primera división y en un país fuera de España te marca muchísimo”. El entrenador describe aquello como “otro fútbol, entrenamientos por las mañanas, con jugadores profesionales que sólo se dedican al fútbol, concentración en hoteles, viajes en aviones, entrevistas en programas deportivos de televisión, ruedas de prensa con salas de prensa llevas de periodistas, etc.. Lo que es el profesionalismo, además tuvimos la suerte de que llegamos con una metodología totalmente distinta a la que ellos trabajan allí y encima dio un resultado espectacular”.
El jugar en un país como Bolivia supone adaptarse a una geografía especial que influye en el rendimiento deportivo, así lo recuerda: “la altitud influye mucho en los resultados, ya que jugar en altitud tiene sus ventajas pero también sus inconvenientes. Mi periodo de adaptación fue rápido y no sufrí mucho pero hay quien lo pasa muy mal hasta que se adapta, vivir a 4160 metros sobre el nivel del mar no es fácil”. El técnico andaluz asegura que le siguen llamando cuando se produce alguna sustitución porque empieza a sonar su nombre en los medios. Eso sí, tiene claro que de momento y tras su operación de corazón valora más estar cerca de su familia que el reconocimiento del fútbol profesional.
Hace 2 años a Juan Márquez la vida le dio uno de esos sustos que no se olvidan: un infarto. Le sucedió cuando entrenaba al Santa Coloma de Andorra. Él recuerda como al principio “pasas miedo, tengo un niño de 13 años que piensas que lo puedes dejar pequeño, y a tu pareja dejarla muy sola en la vida”. Todos esos miedos “te hace abrir los ojos y darte cuenta que estamos por aquí de paso, y que cualquier día puede ser el último de tu vida, y ahora valoras cada amanecer que te regala Dios y saboreas cada momento que haces lo que te gusta”. Sobre lo aprendido en ese difícil momento, el actual entrenador del CD Acero destaca que ahora ve la vida “de otra manera, te das cuenta que a lo que antes le dabas mucha importancia ahora tiene la justa, y que el fútbol es la cosa más importante de las menos importantes, y así lo disfruto cada día”.
El año pasado formó parte del cuerpo técnico de Juan Sabas en el Extremadura UD. Tras la destitución del técnico madrileño “por ser quien me llevó y me dio la oportunidad de trabajar de nuevo en el fútbol después de mi infarto” también abandonó este club de la Segunda División. Ahora asegura disfrutar de cada entrenamiento y de cada partido con el centenario club del CD Acero. Todo lo vivido «claro que eso te vale para en algunos momentos tocar la tecla, para que el equipo saque lo mejor de sí, que disfruten jugando y vean que son unos privilegiados de hacer lo que nos gusta. El técnico añade que sobre todo quiere que sean «conscientes que hacemos felices a muchas personas cuando se juega bien y si encima se gana pues ya maravilloso».
