El lateral o extremo de banda derecha Pablo Monroy lo ha jugado casi todo con el CD Acero en esta temporada que ahora se cierra. Él venía de una importante lesión y por ello era muy vital para él olvidarse ver fútbol online y volver a sentirse protagonista en un terreno de juego, y lo ha conseguido.
Los aceristas afrontaban una temporada muy especial, la del centenario, pero que en lo deportivo no ha salido bien, luchando en la zona baja y con tres entrenadores diferentes. Monroy reconoce que el rendimiento de la plantilla no ha sido el esperado pero destaca que el equipo «nunca bajó los brazos». Al final, con la permanencia asegurada, el club continuará en Tercera División.
Conversamos con el jugador de Castellón que esta temporada ha destacado en «los leones del mediterráneo», para conocer sus sensaciones tras volver a ser importante sobre los terrenos de juego, la temporada del CD Acero y su futuro.
P. Comenzando por el principio de todo, si te digo «fútbol», ¿qué es lo primero que piensas o recuerdas?
R. Se me viene a la cabeza los primeros años jugando, desde los 4 años en el equipo del colegio y a los 6 ya fui al CD Castellón. Esos primeros años los recuerdo con muy buenos momentos juntos a muy buenos amigos que mantengo hasta día de hoy. Los primeros partidos fueron en el antiguo Sequiol de Castellón que aún era de tierra.
“De repente llegó un día a entrenar Samu Chukweze y desde el primer momento todos nos quedamos bastante impactados porque la verdad es que hacía lo que quería»
P. ¿Has tenido algún ídolo de la infancia?
R. Mi ídolo siempre ha sido David Villa. Desde pequeño he crecido viéndole marcar goles y siempre ha sido mi jugador favorito
P. Durante tu formación jugaste en el CD Castellón, Valencia CF y Villarreal CF. Debe ser una gran experiencia crecer en estas grandes canteras, con compañeros de mucho talento, buenos torneos… pero también supone el «crecer» con esa presión de estar en un gran club, de saber que esperan mucho de tí… ¿Cómo lo llevaste tú todo esto?
R. Al principio hasta infantiles donde fui al Valencia, no tuve ningún tipo de presión por el fútbol, ni los primeros años en Valencia tampoco. Algo más tarde cuando vas creciendo y comprendes mejor las cosas pues ya vas viendo que si no juegas bien la semana siguiente no juegas, por ejemplo. Esto en algunos momentos con 15 o 16 años no lo sabes llevar. Pero en definitiva es una suerte haber podido estar en grandes canteras de las cuales he aprendido mucho en todas.
P. De todos los compañeros que has tenido, ¿cual te ha sorprendido más por su nivel?
R. He tenido muchos y muy buenos cómo pueden ser Ferran Torres, Esquerdo, Hugo Guillamon o Centelles, que todos ellos están a primer nivel en Valencia, pero yo creo que el que más me sorprendió fue ya en juveniles en Villarreal. Ahí de repente llegó un día a entrenar Samu Chukweze, que actualmente está en el primer equipo, y desde el primer momento todos nos quedamos bastante impactados porque la verdad es que hacía lo que quería.
P. Llegaste el pasado verano al Acero, una temporada especial, la del centenario del club, pero que ha sido complicada. Los resultados no terminaban de salir como deseabais, luego el primer entrenador se marchó por problemas de salud, otro técnico se hacía cargo del equipo…y hace unos meses llegaba vuestro último entrenador ¿qué balance haces de la temporada del Acero?
R. Ha sido una temporada muy difícil, hemos pasado por el club muchos jugadores y tres entrenadores diferentes, donde cada uno veía el fútbol diferente y es complicado para nosotros los jugadores adaptarnos rápido a este tipo de cambios. Tampoco quiero quitarnos responsabilidad de estar todo el año ahí abajo, porque somos nosotros los que jugamos cada fin de semana. Al final con la llegada de Santi encadenamos muy buenos resultados ganando a equipos de arriba y estábamos cerca de salir de ahí, una pena que llegara el parón.
«Nunca bajamos los brazos, al final se consigue la permanencia, no de la manera que queríamos todos, que era en el campo, pero el club sigue ahí en Tercera»
P. ¿Y tu balance de tu temporada? Creo que has jugado casi todos los partidos…
R. He tenido la suerte de jugar prácticamente todos los minutos que es lo importante, y más para mi, que venía de estar parado casi un año por una lesión de rodilla. Al final gracias a la confianza que me transmitieron, tanto mis compañeros como cualquiera de los misters en el campo, volví a tener muy buenas sensaciones y a sentirme futbolista. En lo colectivo creo que en la temporada hemos tenido muchos altibajos donde encadenábamos varias derrotas pero luego ganábamos al líder, por ejemplo, y eso dice mucho del equipo, nunca bajamos los brazos. Al final se consigue la permanencia, no de la manera que queríamos todos, que era en el campo, pero el club sigue ahí en tercera.
P. A parte de lo que nos preocupa a todos sobre el coronavirus, la salud de todos como prioridad. Como futbolista supongo que te preocupará el cómo va a afectar a vuestro sector de cara a la próxima temporada.
R. Está claro que estamos todos con esa duda de cuando volveremos a entrenar los equipos más modestos como pueden ser clubs de Segunda B o Tercera, pero bueno vamos viendo la luz a lo final del túnel y no dejamos de trabajar en casa o ahora ya poco a poco saliendo a la calle para que la vuelta sea más llevadera. Pero está claro que será complicada porque habrá gente que estará por esa fecha tres o cuatro meses sin pisar un campo ni tocar un balón.
P. ¿Ya sabes si continuarás en el Acero o sobre tu próximo reto en el fútbol?
R. Aún es pronto para eso, hay que tener en cuenta que la pretemporada empezará bastante más tarde de lo normal, y que queda mucho tiempo para ello. Ahora lo más importante es ir saliendo de esta situación todos unidos, poco a poco y cuando todo vaya mejor, ya se verá.