El Buñol volvió a demostrar que ya no es una sorpresa, sino una realidad. El conjunto de Alejandro San Isidro sacó un meritorio empate (1–1) en su visita a la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza frente al Villarreal C, uno de los equipos más potentes y goleadores de la categoría. Un resultado que refuerza al cuadro buñolense, cuarto con 12 puntos, y que deja al filial amarillo en la tercera posición con 14 tras la victoria del Atlético Saguntino.
Marcos Arriaza adelantó al Buñol
El partido enfrentaba a dos equipos con filosofías opuestas: el Villarreal C, dominante en posesión y con mucha producción ofensiva, frente a un Buñol compacto, disciplinado y con una defensa que apenas concede. El duelo respondió a lo esperado. El conjunto local intentó imponer su ritmo desde el inicio, pero el Buñol aguantó bien replegado, con orden táctico y líneas muy juntas.
El plan de San Isidro dio resultado. En el minuto 37, Marcos Arriaza adelantó al Buñol de penalti. El delantero engañó al guardameta desde los 11 metros y firmó su primer tanto del curso.
Reacción del Villarreal en la segunda parte
El Villarreal C, fiel a su estilo, no perdió la paciencia. En la segunda mitad aumentó su presión y acabó encontrando el empate en una jugada ensayada que reflejó su trabajo táctico. En el minuto 63, una falta indirecta sorprendió a la barrera del Buñol: el lanzador amagó el disparo y tocó en corto para un compañero dentro del área, que retrasó el balón hacia la frontal. Desde allí, Adrián Ruiz conectó un disparo raso y potente que se coló junto al palo derecho del portero Pablo Coronado, estableciendo el 1–1 definitivo.
El empate mantiene al Villarreal C como tercer clasificado con 14 puntos, a tres del líder Torrellano, y confirma su condición de equipo más goleador del Grupo 6 – junto al Atlético Levante- , con 14 tantos a favor. Por su parte, el Buñol, con 12 puntos y solo tres goles encajados, continúa siendo el conjunto menos batido junto al propio Torrellano y refuerza su identidad: resultados cortos, eficacia máxima y una solidez que empieza a tener sello propio.
