Jornada 14.- UD Portuarios, 4; CD Dénia, 2.
Dos errores defensivos permitieron al CD Dénia irse al descanso con un 0-2 arriba pero, tras el inicio de la segunda parte el UD Portuarios dominó con un fabuloso Adrià Ramis (en la foto de archivo). Soraya Orpegui.
La UD Portuarios afrontaba el encuentro con optimismo tras las dos últimas jornadas en las que el equipo de Salva Moratal había sumado los seis puntos, y tras incorporar, de nuevo, al medio centro de Bellreguard, Adrià Ramis. Por lo que respecta al Dénia, los de La Marina llegaban al Fort Llopis con ganas de acabar con la racha de empates, tres consecutivos, y todos ellos a 0 goles.
El encuentro comenzaba igualado, con mucho respeto por parte de ambos equipos. En los primeros 15 minutos, locales y visitantes probaron, únicamente, puntería con balones que no iban entre los tres palos. Llegando al ecuador del primer término, y con un UD Portuarios volcado en el ataque, llegarían las ocasiones más claras para los locales. Dídac bajó un balón y desplazó hacia Miki, que lo puso en el área paseándose por línea sin encontrar rematador. El minuto 20 marcaría el resto de la primera parte. Javi abriría el marcador a favor de los alicantinos con una falta directa al borde del área, fuerte y rasa, imparable para Fede. Tras varias ocasiones a balón parado para los locales, que no veían portería, y con la defensa adelantada, Panucci alcanzó una pelota, a la espalda de los centrales, su disparo lo blocó Fede pero, el rechace le cayó a Ferrán, quien no perdonó el 0-2 a cinco minutos del descanso.
Tras el descanso volvería Ramis, y con él el gol. Cinco minutos les bastaron al medio centro de Bellreguard para anotar dos buenos goles, uno de ellos de cabeza en el minuto 3 y acto seguido, en el minuto 5, enganchó una bolea perfecta que Tonet no pudo detener. Con la igualada en el electrónico, el partido era entonces del UD Portuarios, que no se vio amenazado, a penas, por los visitantes, que no conseguían encontrar a Panucci. La ocasión más clara para el CD Dénia llegó sobre el ochenta, cuando dos postes evitaron que se adelantaran en el marcador.
Con el equipo de Juan Carlos Signes y Miguel Ángel Martínez presionando muy arriba, Ramis volvería a convertirse en protagonista, anotando el 3-2, a pocos minutos del pitido final. Ya en el descuento, el propio Ramis sentenciaría el encuentro tras un remate de Manolo, que rebotó en el portero y cayó a los pies del mediocentro para que cerrara el partido, y su vuelta al Fort Llopis con el definitivo 4-2. Una vuelta a la que ha sido siempre su casa que como adelantaba el propio Ramis tras concluir el partido “nunca hubiera pensado volver y marcar cuatro goles, aunque lo más importante es sumar tres puntos” y añadía “hemos tenido muchas ocasiones pero, dos errores defensivos nos han costado los dos goles”.
Los del puerto de Gandia, que meten presión a los de arriba situándose provisionalmente en la quinta plaza con 25 puntos, disputarán la próxima jornada un partido que se prevé intenso, en el feudo del actual campeón de la Preferente Grupo III, el UE Tavernes. Los valleros no han concedido demasiadas oportunidades a sus rivales en el Municipal pues, esta temporada, únicamente ha vencido allí el Atzeneta, y por la mínima. El Dénia, por su parte, recibe al colista, al Alcoyano B, que esta misma mañana se ha reencontrado con el triunfo ganando a un rival directo como el Canals.
Ficha técnica:
UD Portuarios: Fede, Carbonell, Ferrán (George 45’), Dídac (Cardona 45’), Miki (Manolo Martínez 63’), Beltrán, Juanpe, Falquet, Juárez (Adrià Ramis 45’), Mengual, Carbó.
CD Dénia: Tonet, Cabe, Cristian De Luis, Jordi Aparisi, Ribes, Panucci, Ferrán (Juan Guede 88’), Álex (Castillo 72’), Renzo, Javi, Cespedes (Borja Martínez 65’)
Goles: 0-1 Javi (21’), 0-2 Ferrán (41’), 1-2 Adrià Ramis (50’), 2-2 Adrià Ramis (53’), 3-2 Adrià Ramis (86’), 4-2 Adrià Ramis (93’)
Árbitro: Emilio Luis López Herrero. Amonestó por los locales a Falquet, David. Por los visitantes Cristian, Carlos Ribes y Enzo. Expulsó por roja directa a Borja Martínez en el 96’
Incidencias: Partido disputado en el Fort Llopis con las gradas llenas, pese al mal tiempo.
