El CD Roda afronta esta noche (20.00h) una cita que trasciende el resultado inmediato y se instala directamente en la memoria del club: su debut en la Copa del Rey frente a un Granada que, aun llegando con la etiqueta de favorito, aterriza en Villarreal con la pólvora algo húmeda y con la intención de repartir minutos entre jugadores menos habituales; para los gualdinegros, inmersos en momento liguero complicado, el torneo del KO se presenta como un paréntesis ilusionante, un punto y aparte emocional y competitivo que el vestuario quiere convertir en impulso.
Un “día de club” para disfrutar, competir y reconciliarse con el juego
Miguel Ángel Muñoz ha descrito el encuentro como un “día de club”, y no es una frase hecha: hay agradecimiento explícito al grupo del curso pasado, que con su esfuerzo abrió la puerta de esta Copa, y hay también un mensaje directo a un vestuario que llega dolido por la racha liguera pero no resignado, porque el técnico les ha pedido que salten al césped con la cabeza limpia, con el orgullo de pertenencia por delante y con la obligación autoimpuesta de disfrutar de una noche que, por historia y contexto, no se repite cada temporada.
El empate sin goles del fin de semana ante el líder del grupo, AC Torrellano, más allá del punto, ha servido para cortar la hemorragia de cuatro derrotas seguidas y para recuperar sensaciones en lo básico —orden, solidaridad, concentración—, y aunque la clasificación siga marcando la urgencia (decimoquintos, a un solo punto del descenso, con una única victoria en ocho jornadas), la Copa ofrece ese escenario distinto en el que la presión se reparte de otra forma y donde la mezcla de galones y juventud del Roda —desde referentes como Iván Agudo, Alberto Ramos o Borja Gómez hasta chicos como Marc Moliner, Diego Llorente, Serigne Arona, Unai Almela, Víctor Albalat o Héctor Royo— puede encontrar un cauce competitivo si el equipo es capaz de juntar líneas, ajustar las ayudas y atacar con decisión los metros finales cuando aparezcan las transiciones.
El encuentro se disputará en el Mini Estadi de la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza, instalación cedida por el Villarreal CF debido a que el campo habitual del Roda, la Ciudad Deportiva Pamesa, no cumple con los requisitos federativos exigidos para la Copa del Rey. El estadio cuenta con mayor capacidad y mejores condiciones de aforo y seguridad para acoger esta histórica eliminatoria.
El Granada, con la etiqueta de favorito
El Granada llega con el peso de la categoría superior y el rol de candidato indiscutible a pasar, pero también con una necesidad evidente de afinar la puntería tras encadenar tres empates sin goles en liga, motivo por el cual Pacheta ha insistido en que la Copa tiene la misma importancia que el campeonato liguero y que debe servir para dar minutos a quienes menos han participado sin que eso rebaje el listón competitivo; en ese plan de rotación se dibuja un once con cambios, con la figura de Jorge Pascual en punta —delantero con pasado en el propio Roda— y con la posible presencia de Manu Trigueros, otro regreso cargado de significado para un Mini Estadi que lo conoce muy bien.
