Nuevo paso hacia la construcción de un proyecto ambicioso que desemboque en la primera participación del CD Soneja en el fútbol nacional. Ayer por la tarde, el alcalde de la localidad sonejera, Benjamín Escriche, y el presidente del club castellonense, Ernesto Mateo, firmaron la cesión del Campo del Arco para que el CD Soneja gestione las instalaciones municipales.
El Campo del Arco se encuentra en obras hasta final de temporada
Tanto el máximo responsable del Ayuntamiento y como el del club de fútbol de la localidad del Alt Palancia pusieron en común el objetivo de colocar el nombre de Soneja en la élite del fútbol de Comunitat Valenciana. Así, el Ayuntamiento cede unas instalaciones que actualmente se encuentran en obras para adecuar el Campo del Arco a los objetivos que se coloca el club, el ascenso a Tercera División.
Desde el club sonejero confían que las obras en su feudo finalicen antes de la conclusión de la liga regular, en torno a finales de mayo o principios de junio, aunque los plazos se pueden alargar y no hay fecha concreta determinada para retornar al Campo del Arco. Por el momento, el conjunto dirigido por Sergi Escobar disputa sus encuentros en El Plano de Altura, aunque también jugaron en El Sisterre de Segorbe.
Buscan consolidar un proyecto ganador
Desde que consiguieran el ascenso a Primera Regional en la campaña 16/17, el cuadro sonejero ha copado las primeras posiciones allá donde ha militado. En la 17/18 se quedaron a las puertas de la promoción de ascenso al finalizar en tercera posición, pero la pasada campaña fue su mayor éxito: campeón del grupo II de Primera Regional y primer ascendido a Preferente.
Ahora, el Soneja no milita en la zona alta en su temporada debut en la máxima categoría del fútbol territorial de la Comunitat Valenciana. Aún así, restan muchas jornadas y el cuadro sonejero cuenta con mimbres suficientes para remontar el vuelo. Cinco puntos les separan de los puestos de promoción, y con jugadores como el exlevantinista Rubén Suárez, experimentados como Peralta, Reyes o Fabiani, todo puede pasar.