El solitario tanto de Ricardo sirve para que el Vilamarxant se apunte su cuarta victoria esta temporada asentándose en la zona tranquila de la tabla. Todo lo contrario que el Torre Levante, que no levanta cabeza con tres derrotas consecutivas.

Muy obligado se presentaba el Torre Levante en el Hermanos Albiol debido a la delicada posición en la tabla. Y es que los de Ximo Enguix solo han ganado un partido esta temporada y lógicamente eso se acaba pagando en una clasificación donde hay codazos por no estar en la zona comprometida. Más tranquilo afrontaba el conjunto de Titín Santafé el choque, con siete unidades sobre el descenso y con una muy buena racha de partidos puntuando.

El partido anduvo muy trabado prácticamente de principio a fin. Los porteros estuvieron inéditos durante todo el choque salvo contadas excepciones. Lo más destacable en el primer tiempo fueron las lesiones de los dos hombres punta de ambas escuadras. Primero fue Borja Mir quien, a los 13’ de juego tuvo que ser sustituido por Ricardo. Mientras, Reyes, también tuvo problemas físicos a la media hora, dejando su puesto a Antrea. El conjunto local lo intentaba casi siempre por la banda izquerda con un incisivo Hugo, pero sus destellos no se convirtieron en ocasiones de gol a excepción del zapatazo que sacó en el 38 y al que respondió perfectamente Paredes sacando una mano milagrosa para el Torre Levante. Loso de Orriols lo intentaban al contragolpe pero sin efectividad. Solo pusieron el “ay” en la grada del Hermanos Albiol enfilado el descanso en una falta lateral que se paseó sin rematador por el área pequeña de los locales.

Tras el paso por los vestuarios el partido no cambió demasiado. El Torre esperaba, cada vez más agazapado, su oportunidad a la contra, mientras el Vilamarxant tocaba y tocaba intentando encontrar un hueco en el entramado defensivo visitante que no aparecía por ningún sitio. La jugada clave y la que a la postre decidió el partido fue una falta desde el lateral derecho del ataque amarillo que puso magistralmente Héctor Micó, recientemente incorporado al césped, y que Ricardo solo tuvo que desviar ligeramente para alojar la pelota en las mallas de la meta de Paredes. El tanto despertó a la grada del Hermanos Albiol, que se resignaba con el paso de los minutos a lo que parecía iba a ser un empate a cero. A partir de ahí el Torre se estiró en busca del empate, pero con más corazón que fútbol, sin que ningún acercamiento ni falta lateral ni saque de esquina creara peligro real en la meta de Felipe.

Al final, tres puntos más que suma un Vilamarxant que ya le saca ocho a la zona de descenso, principal objetivo, pero que realmente está más cerca de los equipos que luchan por la promoción de ascenso (seis unidades le separan de la cuarta plaza). La próxima semana visitarán al Villarreal “C” para comprobar hasta dónde puede llegar la ambición del equipo de Titín Santafé. Por su parte, el Torre Levante sigue inmerso en la depresión que supone ocupar el último puesto de la tabla y, lo peor, no encontrar la manera de ganar el segundo partido, necesario para empezar a remontar. Ya son cuatro los puntos que les separan de la permanencia y se puede complicar más si no son capaces de vencer al Alzira la próxima jornada en Orriols.