El Hércules necesita sumar de tres en tres pero no cabe duda que sumar en el Cruyff está al alcance de pocos equipos. Y hay que dar mérito a lo conseguido. Orden atrás, concentración defensiva y a buscar el contragolpe. Esas fueron las premisas de un Hércules
que dio la posesión del balón a los blaugrana pero que supo mantenerse firme atrás.

En los primeros cuarenta y cinco minutos el más activo en busca del gol fue Collado que hasta en tres ocasiones lo intentó. Los alicantinos apenas generaron peligro y lo fiaron casi todo en ataque a las acciones a balón parado. No cambió demasiado el guión en la reanudación. Los locales con el paso de los minutos y su impotencia para generar acciones claras entraron en precipitación mientras que los de Moreno parecían hacerse más fuertes viendo que puntuar era posible.

Hubo que sufrir hasta el final puesto que dos cabezazos de Manaj y sobre todo de Araujo, que salió desviado por muy poco, ya en tipo de descuento, rozaron un gol que por fortuna para el Hércules no llegó, premiando su buen hacer defensivo.

Se ha demostrado que con el mono de trabajo y la intensidad los puntos llegan, ahora habrá que hacer buenos estos empates con un triunfo. Los azulgrana no logran ponerse de colíderes pero, de momento, se sitúan segundos.