Mientras la situación extradeportiva no arroja luz y la plantilla sigue en vilo por todo lo que rodea al club, el primer equipo de Huracán CF continúa al mismo tiempo empeñado en que se hable bien de sus prestaciones sobre los terrenos de juego.
El “enfermo” sigue sin encontrar remedio que lo cure y la coyuntura económica e institucional de la entidad rojiblanca parece agravarse más a cada día que pasa. Cuerpo técnico y futbolistas, muy dolidos por las circunstancias ajenas a lo deportivo que se están dando, tratan de aplicarse como pueden sobre el campo, pero trabajar día a día en las condiciones que les está tocando afrontar en estos últimos meses se hace 'harto-complicado', casi una rémora para que no termine pasando factura también en lo estrictamente futbolístico.
Por de pronto, Huracán sigue muy vivo en la competición, una jornada más a sólo dos puntos de la zona de “play-off” de ascenso. Y eso que se le escapó el triunfo sobre la bocina el sábado ante el segundo clasificado, un Villarreal B que empató en el minuto 90 en San Gregorio con un tremendo disparo de Ramiro. Veinte minutos antes, un ex del filial “groguet” precisamente, el delantero David Cubillas, había adelantado al conjunto de Raúl Garrido, que se sigue agarrando con fuerza a sus posibilidades en la tan díficil competición de Segunda División B, por si surge “en los despachos” algún plan de viabilidad económica que rescate al club rojiblanco del presente y futuro más que incierto o desconcertante en que se halla sumido.
Más de un mes hace que entraron los nuevos gestores que se hicieron cargo de Huracán, encabezados por un Carlos Sanchis que, según trascendió el sábado pasado, habría ya decidido su marcha de la entidad. La plantilla se mantiene en ascuas por saber a ciencia cierta cuáles son los siguientes pasos que se van a seguir en el club valenciano afincado en Torrent. Sin perder de vista que, de seguir las cosas como están, muchos jugadores del primer equipo optarían por buscarse una salida en el mercado invernal. Ofertas, desde luego, no les faltan, al tener futbolistas de mucho renombre, muchos de ellos con experiencia en superior categoría, y conformar un plantel de gran oficio que estaba diseñado, en principio, para volver a luchar por el ascenso a la Liga Adelante. Toda una aspiración de estos pasados cuatro años de existencia del club, que podría desmoronarse por completo si no se encuentra una solución a tiempo.
Mientras, el combinado rojiblanco se prepara para el siguiente desplazamiento, complicado también donde los haya, que será al Camp d’Esports (domingo, 12.00 horas) para enfrentarse al Lleida Esportiu, uno de los equipos fuertes de la categoría de bronce y que está dos puntos por encima de Huracán, empatado a puntos con el Eldense y con el Hércules, que es el cuarto clasificado y el que delimita, por tanto, la franja con licencia para optar al ascenso.