Continúan las sesiones con la fase de informes en el juicio por el amaño del Levante-Zaragoza de 2011. Ayer fue el turno del fiscal del Estado, que a través de un contundente análisis de más de tres horas, repasó las circunstancias que rodearon este encuentro que calificó como «amaño».
El Ministerio Fiscal enmarcó el contexto en el que se sucedieron los hechos previos y posteriores al partido para refrendar la acusación. «El Zaragoza necesitaba ganar por muchos motivos. Se encontraba inmerso en una grave crisis económica. El Levante había logrado la permanencia y el Zaragoza dependía de sí mismo. Los jugadores del club maño cobraban mal y se estaban preparando para el concurso. Teniendo todo esto en cuenta, era un dinero fácil que los futbolistas del Levante podían ganar sin ir en contra de los intereses del club. Lo único que había que hacer era poner un precio al amaño, y el Zaragoza tenía que poner una cantidad elevada para contrarrestar la posibilidad de que otros clubes primasen al Levante por ganar. Ese día, el campo estaba abonado al amaño», argumentaba el fiscal.
«Para los jugadores del Levante era un dinero fácil de ganar sin ir en contra de los intereses del club», asegura el fiscal
Además de ahondar en las circunstancias que pudieron producir este hecho, el Ministerio Fiscal también destacó los inusuales movimientos del club aragonés para justificar la salida de 1,73 millones de euros que, supuestamente, fueron a parar a manos de los levantinistas. El fiscal ha sido muy claro en sus sospechas respecto al «falseamiento de las nóminas en los libros de cuentas para justificar esta salida de capital», pues según él, «nadie paga una prima a sus jugadores antes de ganar el partido«, asegura. Todo ello, unido a los extraños comportamientos bancarios de 11 exjugadores granotas tras el encuentro -quienes dejaron de retirar dinero en efectivo, entre otras cosas-, no hace sino aumentar las sospechas sobre este supuesto fraude.
Sin embargo, la parte de la exposición que más ha suscitado el interés de la audiencia ha sido la relacionada con las propias acciones dentro del terreno de juego. Tras el visionado del partido por la sala, el fiscal ha detallado paso a paso las jugadas que determinaron el resultado final argumentando por qué los jugadores del Levante demuestran que «no querían ganar el partido». Cuestiona, entre otros, la actuación de la barrera en el primer gol en el que Gabi tira la falta «ayudado por la barrerita del equipo contrario, que no salta».
Especialmente duras han sido las acusaciones dirigidas al entonces guardameta granota, Gustavo Munúa, de quién asegura que «hace paradas por debajo, porque tiene que hacerlas, pero se coloca tan lejos del palo por el que va a tirar que, si se pone más lejos se sale del campo del Levante», describe el fiscal. Tampoco deja el segundo gol exento de polémica y carga de nuevo contra los exlevantinistas. «Lo más bonito del partido es la tangana. Si a un jugador de la categoría de Gabi le dejas tirar, está claro que mete un golazo. Munúa tampoco hace el intento de parar, hace la estatua», exclama.
El fiscal, sobre Munúa: «Si se pone más lejos del palo por el que iba a tirar Gabi la falta, se sale del campo del Levante»
El fiscal finalizó su intervención alegando que «esta puesta en escena reflejarse no solo en los dos años de prisión, sino también en la inhabilitación».
