En marzo de 2019, la ciudad de Ontinyent lloró la desaparición de su histórico club, el Ontinyent CF, por impagos y quiebra. Pero de esas cenizas surgió rápidamente un ave fénix futbolístico. Ese mismo año, un grupo de aficionados ontinyentins tomó las riendas y fundó el Ontinyent 1931 CF, decidido a mantener viva la llama blanquinegra en El Clariano. El nuevo club añadió “1931” a su nombre como homenaje al año de fundación del original y dejó claro su propósito continuador. Comenzó desde lo más bajo, Segunda Regional, pero con un apoyo popular inusitado: miles de personas se hicieron socias para demostrar que Ontinyent no dejaría morir su pasión balompédica.
El Clariano no se rinde
El estadio El Clariano, que se había quedado mudo tras la liquidación del viejo club, volvió a rugir con los colores y escudo casi idénticos de siempre. Las primeras temporadas del Ontinyent 1931 CF fueron épicas en lo emocional: jugar en campos modestísimos pero llevando cientos de aficionados en caravana, pancartas recordando al difunto Ontinyent CF y cánticos de “¡Volveremos!”. En apenas dos años, el nuevo club encadenó ascensos hasta Preferente, demostrando que el aliento popular es un combustible poderoso. El Clariano registró entradas dignas de categorías superiores, y la grada de animación convirtió cada partido en una fiesta.
Identidad recuperada y mirada al futuro
Los impulsores iniciales, muchos de ellos ex empleados o aficionados del club desaparecido, gestionan la entidad de forma participativa, para evitar los errores del pasado. Ontinyent perdió un club en 2019, pero ganó otro fortalecido por la unión de su gente.
