Tras la goleada por 4–0 ante la UD Alzira, el entrenador del Ontinyent 1931, Roberto Bas, y el futbolista Jorge García coincidieron en destacar la reacción del equipo, la unión del vestuario y el papel de la afición en un triunfo que supone un punto de inflexión tras un arranque complicado de temporada.
Bas: un triunfo desde el orgullo y la unión
Roberto Bas se mostró satisfecho por la respuesta del grupo después de cuatro jornadas sin conocer la victoria. El técnico reconoció que, cuando los resultados no llegan, es necesario ajustar, escuchar al vestuario y adaptar el planteamiento a lo que el futbolista transmite. En este caso, explicó, el equipo supo “sacar el orgullo de siempre” y reaccionar con una actuación coral que reflejó la identidad histórica del club.
El entrenador valoró especialmente la implicación del grupo en una semana difícil, así como el compromiso de la grada. Bas subrayó que “en las victorias hay muchos amigos y en las derrotas menos”, pero quiso agradecer el apoyo constante del cuerpo técnico, la junta y, sobre todo, de una afición que volvió a llenar El Clariano y que, en sus palabras, “ha sido parte fundamental para recuperar la comunión con el equipo”.
El preparador también dedicó la victoria a la familia de Juanan, jugador de la plantilla que acaba de ser padre, y destacó la importancia de mantener la línea mostrada ante el Alzira. “Cuando algo funciona, hay que seguir por ese camino”, resumió al cierre de su intervención.
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Jorge García: confianza, trabajo y agradecimiento
El primer tanto del encuentro llevó la firma de Jorge García, que reconoció la importancia de la victoria tanto en lo anímico como en lo futbolístico. El jugador de 25 años señaló que el equipo necesitaba un resultado así “para reforzarse y creer” tras un inicio de curso con más esfuerzo que recompensa.
Además, explicó que el plan de partido había sido muy trabajado durante la semana y que el grupo supo ejecutarlo con madurez. Aseguró sentirse feliz de poder ayudar al equipo y de “devolver la confianza” que el entrenador le ha mostrado.
García quiso, además, trasladar un mensaje de calma y optimismo a la afición, convencido de que “los resultados positivos llegarán” si el equipo mantiene la misma intensidad mostrada ante el Alzira.
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Un punto de partida en El Clariano
La goleada no solo supuso la primera victoria de la temporada para el Ontinyent 1931, sino también una inyección de moral para un vestuario que necesitaba reencontrarse con su público. Con cuatro puntos en la clasificación y mejores sensaciones, el conjunto de Roberto Bas afrontará su visita a la Vall de Uxó con el objetivo de confirmar la reacción y seguir escalando posiciones en el Grupo 6.
