El Ontinyent 1931 logró una victoria vital ante el Atlético Saguntino para asaltar los puestos de Playoff, pero Roberto Bas no terminó satisfecho con el juego del equipo. El técnico reconoció que el 0–1 ante el Atlético Saguntino no refleja lo visto en el campo y destacó el papel decisivo del guardameta Andreu Vivo. David Micó, autor del gol en el 96’, habló de emoción y liberación en su primer tanto con el club.
“Si no es por Andreu, es imposible ganar”
La victoria del Ontinyent 1931 en el campo del Atlético Saguntino, uno de los escenarios más complicados del Grupo VI, podría parecer el resultado perfecto para alimentar la dinámica positiva del equipo, que ya es quinto clasificado tras 9 partidos sin conocer la derrota. Sin embargo, Roberto Bas quiso dejar muy claro tras el encuentro que el marcador no explica el desarrollo real del partido.
El entrenador no escondió su análisis: “Tenemos que ser conscientes de que, si valoramos lo que ha sido el encuentro, no hemos sido merecedores de la victoria. Esto pasa en el fútbol: hay días en los que pierdes sin merecerlo y otros, como hoy, en los que ganas sin haber hecho el partido que querías”.
La autocrítica se mantuvo firme durante todas sus respuestas. Bas insistió en que el Ontinyent “ha gastado una bala”, subrayando que este tipo de triunfos, conseguidos pese a no mostrar la mejor versión, no suelen repetirse con frecuencia. El técnico también quiso poner nombres propios al porqué del resultado: “Si no es por Andreu, es imposible ganar. La segunda parte ha sido totalmente para ellos. Él nos ha mantenido con vida”.
El guardameta, con varias intervenciones decisivas, fue clave para sostener al equipo hasta el desenlace en el minuto 90.
Micó decidió en el 96′
El otro héroe del partido fue David Micó, autor del único gol del encuentro, que llegó cuando todo apuntaba al empate. El delantero no ocultó su emoción: “Llevaba mucho tiempo sin hacer gol y tenía muchas ganas. Poder dar los tres puntos al equipo es una alegría enorme”.
Era su primer gol con la camiseta del Ontinyent 1931, un detalle que añadió valor personal y colectivo al golpe final. Además, Micó destacó el contexto del rival: “El Saguntino no había perdido en casa y ganar aquí es muy importante para continuar en esta dinámica”.
El jugador insistió en que esta victoria supone un impulso anímico para el vestuario: un refuerzo emocional para seguir creyendo en el trabajo de las últimas semanas.
Trabajo y autocrítica: las claves del momento
Pese al triunfo, Roberto Bas mantuvo un mensaje firme: el Ontinyent no puede conformarse.
“El equipo ha trabajado, ha estado ordenado, pero no hemos visto el nivel de las últimas jornadas. Sabemos que nos ha faltado algo”.
El técnico recordó que la victoria en Villarreal sí estuvo acompañada de sensaciones positivas. Esa es la línea que quiere recuperar. Aun así, el valor de los tres puntos es indiscutible: ganar en casa del segundo clasificado en el minuto 90 siempre pesa en la tabla y en el ánimo.
El Ontinyent se marcha de Sagunto reforzado, pero consciente de que la exigencia no baja. La autocrítica de Bas marca el camino: celebrar, sí, pero sin confundir un golpe de fortuna con la norma.
