El guardameta de Silla Lucas Parra ha vivido una de sus temporadas más «extrañas» en el fútbol, así nos lo ha definido, pero curiosamente la campaña ha terminado de una forma muy feliz para él y para su equipo. Tras 11 años en el club de su localidad, Silla, emprendía una nueva etapa, que le llevó a Buñol, pero ante la falta de minutos ha terminado compitiendo con el Patacona CF. El pasado viernes su equipo lograba ganar al Crevillente Deportivo en los penaltis, y ahí él fue el gran protagonista.
Antes, durante el partido, ya sacó una mano «de santo» para evitar que un remate del conjunto alicantino les alejara del sueño del ascenso. Lucas se mostraba feliz, queriéndose quitar él todo el protagonismo de la noche y compartiendo el logro con todo su equipo, sin duda todos merecen el reconocimiento por la enorme temporada. Esta es la conversación que manteníamos pocos minutos después de ser el Patacona CF equipo de Tercera RFEF.
«Mora me ha dicho que parara cuanto antes dos que tenía prisa para irse a cenar (sonríe)»
P. ¿Qué sientes ahora mismo que ya sois de Tercera RFEF?
R. Muchísima felicidad, para este club estar en Tercera después de dos años en Preferente es increíble. Esto es algo que nadie se imaginaba al principio, y el pode estar aquí y haberlo logrado ha sido increíble. Yo llegué hace poco y me han acogido increíblemente, al final el fútbol demuestra que son las personas más que el balón.
P. El Crevillente Deportivo os ha apretado mucho durante fases del partido, pero habéis resistido, y luego los detalles dicen que resuelven finales, y en esos detalles habéis ganado. Uno de esos detalles tu mano salvando un gol durante el partido, las paradas de los penaltis…
R. Son detalles pero lo que ha marcado la diferencia es la unión del equipo, el haber aguantado en los malos momentos. Yo saco una mano pero muchos compañeros cortan jugadas, evitan que se remate, y al final los detalles es que hemos sido una piña desde el principio hasta el final.
P. Una curiosidad. Te observábamos conversar con Mora, exportero de la élite y que forma parte del cuerpo técnico, antes de la tanda de penaltis. ¿Qué te susurró? ¿Te dio algún consejo?
R. Me ha dicho que parara cuanto antes dos que tenía prisa para irse a cenar (sonríe), eso es lo que me ha dicho, es cierto, te lo prometo. A mí no me gusta saber nada más, de donde los tira cada uno, él lo sabe y solo me ha dicho eso, que las parara cuanto antes.
P. ¿Y qué has pensado en ese momento donde parabas un penalti que podía ser decisivo para el ascenso?
R. No se puede describir. Me siento muy feliz por toda la familia del Patacona, por los entrenadores, jugadores, directiva, estoy muy contento.
«Se lo dedico a mi pareja y familia, ellos hacen de psicólogos aguantando todos nuestros momentos buenos y malos, hacen de readaptadores, hacen de todo»
P. Comenzaste firmando por el Buñol, no has jugado mucho esta temporada… y llegaste al final del curso al Patacona ¡y premio grande!
R. Empecé en Buñol, ha sido un poco raro el año, allí no jugaba, aquí me acogieron, y me han hecho sentir genial y al final ha sido muy bonito.
P. El fútbol da malos y buenos momentos, este de este ascenso es uno de los mejores que puede sentir un jugador. ¿A quién se lo quieres dedicar este instante de gran felicidad para ti?
R. A mí pareja que me apoya siempre, y todas las parejas de futbolistas saben lo que se sufre. Ellos hacen de psicólogos aguantando todos nuestros momentos buenos y malos, hacen de readaptadores, hacen de todo, a mi pareja y a mi familia, por ellos va también.