Hacía más de dos meses que el Racing Rafelcofer no saboreaba una victoria. 68 días, para ser más exactos. Pero un doblete de Jordi tras un partido muy completo de todo el equipo ha devuelto la ilusión a La Runa, donde ya se aprecia la mano de Jesús Moratal. El Pego, muy endeble durante todo el encuentro, pudo recortar distancias de penalti pero Rubio mandó a la madera el disparo.
Era un encuentro crucial para ambos conjuntos. Unos se jugaban la vida tratando de escapar del descenso; los otros estaban obligados a ganar para no despegarse de las primeras posiciones. Los locales, conscientes de lo que había en juego, salieron dispuestos a llevar la iniciativa. Padilla tuvo la primera ocasión del partido con un disparo de falta directa que se topó con Fede. Instantes después, Tarra rozaba el gol de cabeza. El tanto de los locales no se hizo esperar. En el minuto 25, Jordi mandaba al fondo de la red el esférico tras una gran jugada de su hermano Kike para alegría de la afición racinguista. Tardó en despertar el equipo de la Marina Alta, pues no fue hasta el 28 cuando dispuso de la primera gran oportunidad. Tito evitaba el gol de Rubio con una gran parada. El guardameta local se resarcía de los errores de jornadas anteriores con una gran actuación y dejando la portería a cero. Minutos después, el propio Rubio la peinaba de cabeza rozando el gol.
Tuvo que mover ficha antes del descanso Lauro Techeira con la lesión de Vergi. Morató entraba en su lugar para apuntalar la zaga del conjunto pegolí. Antes del descanso, los locales pudieron ampliar la ventaja hasta en dos ocasiones. Artur mandaba al larguero la pelota tras una rocambolesca jugada en el minuto 36. Al filo del intermedio, Tarra también dispuso de otra gran ocasión pero no hubo fortuna.
Tras la reanudación, los visitantes salieron dispuestos a empatar el encuentro. Josep probaba a Tito, que respondía con una gran atajada que acabó en aplausos por parte de la hinchada coferera. Con Carlos Ortolá en el banquillo por la expulsión de los hermanos Moratal en el último encuentro, las consignas eran claras: había que matar el encuentro. No obstante, tenían enfrente un hueso duro de roer. No les salían las jugadas ensayadas a los visitantes, que probaban con centros medidos que no encontraron rematador. Pudieron recortar distancias desde los once metros, pero Rubio mandó el disparo a la madera. Un riguroso penalti muy protestado por los locales. Pero, por una vez en la temporada, les salieron bien las cosas a los de la Safor. En el minuto 80, Jordi hacia el segundo tanto tras una gran jugada de su equipo. Liberados de la ansiedad que suponía el marcador, se replegó bien el conjunto racinguista ante un Pego que achacó en exceso las bajas que presentaba. Bertó, el mejor de su equipo en el partido, se retiró también lesionado. Rubo acabó expulsado por doble amarilla tras ingresar en el terreno de juego para festejar el segundo gol de su equipo.
A la postre, una importantísima victoria para un Rafelcofer que ve la luz al final del túnel. La notable mejoría táctica plasmada sobre el césped evidencia la recuperación anímica de un conjunto que todavía se está adaptando a la exigencia de esta competición. Pese a que sigue en descenso, con 10 puntos en su haber, se sitúa antepenúltimo a la espera de lo que haga la UE Gandia. La próxima semana recibe al UD Portuarios-Disarp, rival directo en la lucha por la permanencia. El Pego, pese a la derrota, sigue séptimo con 22 puntos aunque el resto de rivales todavía no han jugado. La próxima jornada se medirá al Contestano con el objetivo de reengancharse a las primeras posiciones.
