Los valencianos han pasado por situaciones de todos los colores, desde ser líderes varias jornadas hasta lindar con el descenso en este tramo final de campeonato. Ahora se encuentran en un momento delicado y pese a que son conscientes de ello, confían en sacar resultados positivos de las tres finales que todavía tienen por delante.
Inmerso en una montaña rusa. Así se podría resumir la actuación del conjunto azulgrana en la presente campaña. Con Juanjo Cháfer a los mandos del navío ribereño, los alzireños ocuparon los primeros puestos durante trece jornadas consecutivas, donde consiguieron seis victorias, cuatro empates y tres derrotas. Cuando llegó el turno de enfrentarse a los ‘cocos’ del grupo como fueron At. Levante, Ontinyent y Castellón, sus pupilos no lograron sacar los resultados esperados y tras ello, la directiva decidió cesar al entonces técnico, un Juanjo Cháfer que dejaba el equipo en décima posición y a tres puntos de la zona de ‘play-off’. El natural de Canals se mostró sorprendido por su destitución, pues hasta el momento, había estado cumpliendo con una meta inicial que evolucionó con el paso del tiempo, pues el propio míster aseguró en la rueda de prensa de su despedida que la directiva había pasado de pensar en la permanencia a intentar colar a la UD en la zona alta de la tabla.
Y como dice el dicho, a rey muerto rey puesto. Juanan Canet llegó a los banquillos del Luis Suñer avalado por el vicepresidente primero, Fernando Maestre, con el cual había compartido diversas experiencias en anteriores etapas, siendo Maestre entrenador y este su segundo. Su estreno en El Fornás se saldó con un empate y el debut ante su afición no pudo ser mejor, pues consiguió que sus hombres ganarán por 4-1 al Requena. Tras ello y con el mercado invernal abierto, el club se puso manos a la obra y trabajó a destajo para reforzar las líneas de combate que más debilitadas se encontraban en ese momento. Algunos futbolistas partieron hacia otros proyectos pero , en cambio, otros llegaban a la capital de La Ribera Alta con la firmeza de aportar lo máximo a un conjunto que soñaba con la promoción de ascenso. Con el paso del tiempo, ese deseo se acabó convirtiendo en utopía y tras la apabullante derrota en Benigànim, la se cretaría técnica volvió a emprender acciones al respecto. El míster fue despedido después de sacar nueve puntos en diez partidos y la historia, de nuevo, tuvo que volver a empezar. La afición no acogió bien esta destitución ni tampoco Canet, que aseguró tener una plantilla muy corta y plagada de lesionados, con la que apenas tuvo tiempo para trabajar sus ideas, pero la decisión ya era irrevocable y su adiós ya era una realidad.
Y llegó el turno para Dani Ponz, que volvía a la que fue su casa durante varias temporadas, logrando algunos de los éxitos más notables de la entidad en muchos años, eso sí, siempre con la mirada de reojo a la situación económica. Los caminos entre el Alzira y su figura volvieron a juntarse y la comunión con los seguidores y su persona hicieron que se retomara la ilusión en el club valenciano. El At. Saguntino , uno de sus ex equipos, amargó su debut aunque luego, no defraudó ante sus principales valedores y consiguió un triunfo por la mínima en su feudo frente al CD Utiel. Tras ello, los ribereños entraron en una dinámica negativa en la que encajaron tres derrotas consecutivas, cosa que les condenó a codearse con la quema. Tras ello, parecieron reaccionar y lograron sacar un valioso empate ante el Orihuela, romper la racha de trece jornadas seguidas sin perder del At. Levante y llevarse un punto del campo del Ontinyent. El Castellón les devolvió a la realidad en la siguiente cita liguera aunque, después, consiguieron una victoria vital ante el Ribarroja, un rival directo por la permanencia. Ahora, en su última aparición frente al Acero, volvieron a reencontrarse con la senda de las derrotas y se han complicado la vida, pues marchan en la decimoséptima posición con 43 unidades (11V-10-16D) y a tan solo uno de ventaja con respecto al descenso.
El objetivo ha ido cambiando con el transcurso de la temporada. Capaz de lo mejor pero también de lo peor. De líder a intentar alejarse del infierno. Su próxima parada será Requena el domingo a las 12:00 horas, un equipo qu e ya está matemáticamente descendido. Álvaro todavía sigue a la espera de las pruebas médicas aunque todo apunta a que podría estar t res meses alejado de los terrenos de juego, Higón podría reaparecer la próxima semana y Palom ares y Francesc ser án baja por sanción. En su defecto, acudirán los juveniles Revert y Ángel. La cuerda flojea y el fantasma de la Regional Preferente ya mer odea los alrededores del Luis Suñer. El quedarse en la Tercera División e s ahora el verdadero anhelo por el que luchan jugadores y directiva. Por delante, tres finales y un solo objetivo, permanencia en mente y sumar de tres en tres. El tiempo repartirá el resto.