La Unión Deportiva Alzira ha decidido poner fin a la etapa de Sergio Paredes al frente del primer equipo tras la derrota por 4–0 ante el Ontinyent 1931 en El Clariano. El técnico de Manises, que llegó el pasado mes de mayo con el objetivo de devolver al club a Segunda Federación, no ha conseguido enderezar el rumbo del conjunto ribereño, que se sitúa en puestos de descenso tras cinco jornadas.
Un inicio sin reacción
El conjunto azulgrana arrancó la temporada con una victoria en Soneja (0–1), pero desde entonces ha encadenado tres derrotas consecutivas —ante La Nucía (1–0), Villarreal C (0–2) y Ontinyent 1931 (4–0)— y un empate en casa frente al Crevillente (1–1). Los malos resultados, unidos a las sensaciones negativas del equipo, han llevado a la directiva a buscar un cambio de rumbo inmediato.
La etapa de Paredes en el banquillo se ha saldado con un balance de un triunfo, un empate y tres derrotas en Liga, además de una pretemporada sin victorias en siete partidos. Desde su llegada, el Alzira ha disputado 12 con solo una victoria, una dinámica que ha lastrado la confianza del grupo.
Del proyecto ilusionante al golpe de realidad
Sergio Paredes fue presentado el 14 de mayo como apuesta de futuro por la dirección deportiva encabezada por Juan Antonio Sanjuán. Procedente del Alboraya UD, donde dirigió durante siete temporadas al juvenil de División de Honor, su nombramiento se interpretó como un intento de rejuvenecer el banquillo y dar continuidad a la filosofía formativa del club.
Sin embargo, el salto a categoría amateur no ha tenido el desenlace esperado. Paredes asumía el reto de reconstruir un equipo recién descendido desde Segunda Federación y diseñado para pelear, como mínimo, por las plazas de playoff. El presidente ya había señalado durante el verano que el objetivo era “competir por volver al lugar que corresponde al Alzira”, pero el proyecto no ha logrado despegar.
Carlos Sapiña, técnico interino
La entidad ribereña ha confirmado que Carlos Sapiña será el encargado de dirigir al primer equipo de forma interina. Sapiña, que la pasada campaña entrenó al juvenil de la UD Alzira en División de Honor, ya formaba parte de la estructura del club y es valorado internamente por su capacidad de trabajo y conocimiento de la casa.
El técnico de Cullera, con experiencia previa en el fútbol formativo del Levante UD, fue protagonista el curso pasado de una notable reacción del juvenil azulgrana, al que reactivó en la lucha por la permanencia con una racha de diez puntos en cinco jornadas. Su perfil de entrenador metódico y disciplinado encaja con la intención de la directiva de estabilizar el vestuario mientras se estudian opciones para un relevo definitivo.
Un vestuario bajo presión
La derrota en Ontinyent ha sido el detonante de una situación que venía gestándose desde el inicio de curso. La directiva considera que el equipo, pese a su calidad individual, no ha mostrado ni la intensidad ni la solidez defensiva necesarias para competir en el exigente Grupo 6. La prioridad, ahora, es recuperar la confianza y cortar la mala dinámica cuanto antes.
Con cuatro puntos en cinco jornadas y un balance de dos goles a favor y ocho en contra, la UD Alzira ocupa la antepenúltima posición. El equipo recibirá el próximo fin de semana al Castellonense en el Luis Suñer Picó, un partido que servirá para medir el impacto inmediato del cambio en el banquillo.
