Duro arranque de año el que han tenido que pasar los pupilos de un Alberto Montes que, pese a los contratiempos, ha logrado mantener a los suyos en la primera posición.
La locura vivida el pasado sábado en el encuentro frente a la UD Castellar-Oliveral fue la guinda puesta por el Juventud Barrio del Cristo a un agridulce pastel. Y es que ser el rival a batir desde el arranque de liga no es nada sencillo, sobre todo a estas alturas de la temporada, en donde hay tanto en juego debido a la proximidad de puntos en la que se encuentran la mayoría de equipos: desde los que se disputan la permanencia hasta los de la promoción.
Es por ello que el Juventud, líder del Grupo II de la Preferente valenciana con 51 puntos, tiene cada jornada que examinarse una y otra vez ante rivales que ven ante sí la oportunidad de poder llevarse un triunfo muy significativo tanto para sus estadísticas como para su moral, por lo que mantener la primera posición no es tarea fácil. De hecho, si echamos la vista atrás, los hombres de Alberto Montes han visto cómo sus encuentros han ido subiendo en tensión con el paso de las semanas hasta tal punto de llegar a estos dos últimos meses con encuentros broncos que se han decidido por la mínima o terminado en tablas, pues, desde que el nuevo año arrancase, el Juventud ha sumado cuatro victorias (Burjassot, Paiporta, Quart y Buñol) y cinco empates (Discóbolo, Chiva, Alboraya, Mislata y Castellar-Oliveral), siendo en este último en el que más tuvieron que sufrir para no sólo mantener su imbatibilidad en este 2015, sino que también para no bajarse de la primera plaza.
Y es que con un Torrent CF al acecho partido tras partido, los de Fran Márquez están a tan sólo dos puntos del Juventud, la presión caída sobre los hombros de los de L’Horta Oest es más que notoria, por lo que el rendimiento que han de dar sobre el césped tiene que ser siempre el máximo, sobre todo cuando tienen delante a un conjunto como lo fue una UD Castellar-Oliveral a la que se le puso el duelo de cara desde un primer momento, pues Toni, portero que líder en la pugna por el Zamora, fue expulsado en el minuto 6. No obstante, el penalti convertido por Boluda en el 90’ fue toda una liberación de adrenalina para un Juventud que tendrá estos días de descanso producidos por la huelga y las Fallas para recuperar a sus futbolistas tocados físicamente, como Xaume, que recibió ante el Castellar-Oliveral un doloroso golpe, o Furió.