El empate del Valencia CF frente al Leganés deja varias conclusiones negativas que Albert Celades deberá abordar en el corto espacio de tiempo que separa los duelos del cuadro ché entre los pepineros y su próximo rival, el Getafe. Uno de los principales puntos a mejorar, entre otros, es la relación entre el nuevo trivote formado por Celades: Kondogbia y Parejo en el centro y Coquelin en banda derecha.
Antes de analizar el rendimiento de los tres centrocampistas valencianistas, cabe destacar el sistema adoptado por Celades. En repliegue defensivo, el equipo adopta un sistema de 4-4-2, mientras que en ataque posicional impera el 4-3-3 con Guedes y Rodrigo por bandas, Maxi Gómez como punta de ataque y Kondogbia como mediocentro más retrasado, ayudado por Parejo y Coquelin por delante.
En ataque, el Valencia se posiciona en un 4-3-3 que todavía hay que pulir
Partiendo de esta base -la cual no se sabe si será la tónica general de Celades o bien un mero detalle de la transición entre Marcelino y el técnico catalán-, el cuadro valencianista mantiene la solidez defensiva con la formación utilizada por el antiguo entrenador. La alineación de Coquelin en la banda derecha aporta un extra de seguridad a la medular que no pueden aportar jugadores de ataque como Ferran o Kangin.
La pasada temporada ya se vislumbró este trivote en encuentros particulares como el Manchester United – Valencia de Champions League, donde el equipo se mostró muy sólido detrás y sin encajar goles. El problema de esta disposición se encuentra a la hora de trenzar jugadas desde la defensa, donde previamente Kondogbia y Parejo se repartían un gran espacio del terreno de juego para trenzar las jugadas.
Falta de ideas en el centro del campo a raíz de la sobrepoblación en la medular
Ahora, al adoptar un 4-3-3 en ataque, el centro del campo se encuentra más concurrido, quitando espacios en la medular y con el campo mucho menos abierto. En el encuentro al Leganés se vio bien claro: Parejo no fue capaz de trenzar pases entre líneas por el «overbooking» en la línea de medios, lo que propició falta de ideas, de juego y, por consiguiente, de goles.
Queda claro que para encontrar una mejor fluidez es necesario la aportación de los jugadores de banda, como se vio en la primera mitad con Rodrigo Moreno, bajando a recibir y combinando con Daniel Wass para avanzar por el flanco derecho. La muestra de una mejor imagen de Guedes (o Cheryshev) para dotar de sentido al ataque valencianista se convierte en una necesidad imperiosa para no volver a ver encuentros sin chispa como el del Leganés.
