El técnico del Valencia CF, Albert Celades, logró este sábado en la Catedral de San Mamés su primera victoria en Liga en la cuarta jornada en la que dirigió a la entidad de Mestalla tras llegar para sustituir a Marcelino García el pasado once de septiembre. Celades debutó siendo goleado en el Camp Nou en un partido en el que poco pudo hacer ya que apenas pudo entrenar con la plantilla dos días antes del choque en Barcelona.
Tres días después de la mala imagen que el equipo dio ante el Barça, Albert vio como su equipo daba la mejor versión posible en Londres para empezar ganando la fase de grupos de la Champions con un partido muy serio y donde empezó a utilizar el 4-3-3 ubicando un trivote inamovible los siguientes partidos con Kondogbia, Coquelin y Parejo y el regreso de Rodrigo Moreno a una posición en la que el delantero no se siente del todo cómodo.
Sin embargo, tras la gran victoria ante el Chelsea, el equipo despachó dos partidos malísimos en Mestalla ante el Leganés y el Getafe. En ambos, Celades intentó meter algo de su idea al equipo, cambiando ya firmemente a ese 4-3-3 que no funcionó ante los de Pellegrino y abusó de los cambios en defensa ante el Getafe lo que provocó que los de Bordalás tuvieran muchas ocasiones de gol y consiguieran empatar a tres un partido que perdían por 3 a 1.
En Bilbao Celades fue inteligente y recuperó la mejor versión del Valencia CF de las últimas temporadas e incluso le dio un punto de personalidad al equipo con balón, que seguramente es lo que el catalán quiere ir viendo en su equipo. Varios cambios desde el banquillo fueron claves para lograr la victoria en San Mamés.
- Recuperó el sistema 4-4-2 o en su variante del 4-2-3-1 con Rodrigo por detrás de Maxi Gómez. El equipo se sintió mucho más cómodo desde un sistema que lleva trabajando los dos últimos años. Un acierto absoluto por su parte no anclarse en un sistema y mucho menos querer imponer su 4-3-3 tras ver que el equipo no arrancaba y ahora lo que necesita son resultados.
- Orden defensivo y casi no se concedieron ocasiones: El equipo recuperó la solvencia defensiva y prácticamente no se permitieron ocasiones claras al Athletic más allá de dos remates de Williams que Cillessen evitó que fueron el empate. Las bandas puras, con lateral y extremo y el trabajo de ayudas de estos, permitieron una defensa mucho más ordenada que los últimos partidos. Además, acertó de lleno dando continuidad a Diakhaby en el centro de la defensa por su dominio del balón aéreo. El francés rindió a gran nivel.
- Rodrigo de segundo punta conectando medio y delantera: El técnico aseguró tras jugar ante el Leganés que no cohibían a Rodrigo con el nuevo sistema, acostándolo a una banda, pero la realidad es que Rodrigo ahí no se siente cómodo y como demostró en San Mamés, le cambia la cara al ataque del Valencia CF cuando juega por dentro. Se entendió con todos sus compañeros de ataque y dio varias asistencias de gol a Maxi Gómez que pudieron significar la sentencia.
- Dos extremos puros en las bandas: Pese a las bajas, Celades tenía que acertar en el once y lo hizo de lleno apostando por abrir el campo y meter a dos jugadores rapidisimos como Cheryshev y Ferran. Los dos jugaron un gran partido en ataque y fabricaron el gol del triunfo finiquitando una gran jugada colectiva. Sorprendieron a un Athletic que seguramente esperaba un Valencia CF más por dentro.
- Entrada de Vallejo y Sobrino: Celades apostó por el gaditano para refrescar el ataque y Vallejo no defraudó. Le regaló un gol casi hecho a Cheryshev que evitó Unai Simón y posteriormente estuvo a punto de finiquitar el partido en una acción personal. Debutó y lo hizo con gran personalidad. Del mismo modo que la entrada de Sobrino ayudó a frenar a un Athletic que volcó por la derecha, con Williams, Capa y luego Lekue, sus opciones de empatar. El manchego estuvo muy bien en las ayudas defensivas e incluso le dio una asistencia buena a Rodrigo que por poco no fue el 0 a 2.
- Mensaje al vestuario: Celades apostó por volver a cambiar piezas y dio entrada a varios jugadores que venían sin jugar. Incluso metió a dos descartes hasta hace unos días y dejó sin jugar ni un minuto a Guedes. Fue un claro mensaje de que en este equipo jugarán aquellos que estén mejor y que en cada momento puedan aportarle más cosas al equipo.