El Valencia CF decidió durante el mes de enero de 2018 que haría un esfuerzo importante en sus números y apostaría 25 millones de euros para ejercer la opción de compra que tenía sobre el centrocampista centroafricano, Geoffrey Kondogbia. Por aquel entonces, el futbolista se había convertido en uno de los mejores mediocentros de la Liga española y muchos grandes de Europa lo seguían con mucha atención porque Marcelino había logrado recuperar la mejor versión del futbolista. Un jugador por el que sólo tres veranos antes el Inter de Milán le había pagado 38 millones de euros al AS Monaco para llevarlo al club italiano.
El rendimiento de Kondogbia estuvo incluso por encima de lo esperado, fue pieza clave en la clasificación para la Champions del Valejncia CF. Aquel verano, el Barça se interesó por los servicios del jugador que en ese primer curso como valencianista jugó 36 partidos oficiales sumando 4 goles y 4 asistencias de gol. Peter Lim no tuvo dudas y por rendimiento y edad decidió pagar el dinero pactado por el jugador, sobre el que el Inter guarda un 25% de una futura plusvalía si los de Mestalla le traspasaran en algún momento. Nadie dudaba de Kondogbia cuando se decidió ficharlo.
Sin embargo, su segundo año en Valencia poco tuvo que ver con el primero a nivel de rendimiento. El jugador se llevó un palo duro al no ser convocado por Deschamps para el Mundial de Rusia y decidió a la vez que Francia se proclamaba campeona del Mundo que no esperaría más la llamada de la selección gala y que defendería la camiseta de la selección de la República Centroafricana. Esa decisión no fue del todo entendida por las personas que entonces decidían los destinos deportivos del club, porque no entendían que no esperara a Francia y más cuando iban de cara a un año en Champions y con la edad que tenía, 25 años, pero lógicamente tuvieron que respetar su intención.
El jugador falló a una semana de la pretemporada de esa campaña 18/19 al tener que resolver unos asuntos personales y el inicio de curso no fue el mejor del futbolista, que no rindió como el curso anterior y que además sufrió varias lesiones musculares que coincidieron con los larguísimos viajes al centro de África para jugar con su selección. En uno de ellos, los doctores del club le aconsejaron no jugar porque estaba tocado, de hecho no jugó en Getafe pese a estar en la lista, pero el jugador no hizo caso y volvió lesionado. En diciembre se lesionó muscularmente en un partido de Champions ante el Manchester y estuvo casi dos meses fuera de los terrenos de juego cerrando así una primera vuelta casi en blanco.
A su regreso de la lesión el jugador tuvo sus mejores partidos y permitió que el equipo mejorara sus prestaciones porque siempre que Kondogbia ha jugado a un buen nivel el equipo ha sido muy competitivo. Sin embargo, tras algunos buenos partidos el centrocampista volvió a lesionarse en Vallecas ante el Rayo y el primer diagnóstico fue de ocho semanas fuera y, por tanto, casi imposible su presencia en la final de Copa. El jugador tuvo que ser intervenido y sufrió una recaída de la lesión que supuso un cisma con el club porque el jugador informó al club de que se marchaba a Francia a recuperarse porque pensaba que la temporada se había acabado para él y quería recuperarse en el país galo con sus médicos de confianza. Aquello no fue recibido de buen grado por el club que tuvo que advertir muy seriamente al futbolista de que si se iba a Francia sería expedientado. De alguna manera le prohibieron al futbolista marcharse a recuperarse a Francia pero siempre le dieron la opción de ir a visitar a los doctores franceses, pero se negaron en rotundo a que se marchara a recuperarse allí.
En el club el descontento ya era importante con el jugador por los problemas de la primera vuelta con los viajes a la selección y ese episodio provocó un profundo enfado con el jugador. El futbolista decidió ponerse a trabajar a destajo para llegar a la final de Copa y pese a que pudo jugar unos minutos no llegó ni mucho menos en condiciones óptimas para jugar, pero hizo el súper esfuerzo y forzó más de la cuenta porque se puso en entredicho su compromiso con el club.
Este curso el jugador no ha comenzado la temporada bien. El jugador no alcanza el nivel que dio el primer año y de hecho, ha visto como Coquelin le ha pasado por delante y es el jugador que elige Celades, y ya antes Marcelino, cuando tiene que jugar con un único stopper en el medio. En Cornellà, por la lesión de Coquelin, Kondogbia tuvo que ser titular junto a Parejo y dejó las dos caras que se conocen de jugador en Valencia.
Su primera parte fue para olvidar y cometió un penalti por absoluta desconcentración. Sin embargo, tras pasar por vestuarios apareció el ‘Kondo’, como le llaman en el vestuario’ más parecido al de la primera temporada. Ante el Espanyol se volvió a ver pinceladas de ese jugador que abarca casi toda la zona ancha, despliegue físico que permite al equipo jugar muy largo, conducciones de muchos metros ayudando a salir y por supuesto mucho criterio para ordenar el fútbol del equipo.
Al acabar el partido Celades afirmó que Kondogbia es un “jugador de alto nivel que está por la labor de recuperar su mejor versión”. El andorrano sabe perfectamente que el jugador ha pasado unas semanas complicadas porque su nivel está muy lejos del que se espera de él y porque ha dejado de ser titular indiscutible. Pero por otro lado, Celades también sabe que un Kondogbia enchufado puede convertir a su equipo en un equipo capaz de competir contra casi cualquier equipo. Cuando ya va casi un tercio de Liga disputado y la mitad del grupo de la Champions ha aparecido un chispazo del mejor jugador que es Geoffrey y, desde el cuerpo técnico, tratan de recuperar a marchas forzadas al futbolista porque pese a las dos caras que ya ha dado en Valencia, la imagen de la segunda parte en Cornellà ha hecho que se vuelva a creer firmemente en el jugador desde el cuerpo técnico.
