El Valencia CF cayó eliminado de la Champions con una derrota humillante en casa que cerró una eliminatoria en la que el equipo de Celades no dio la talla ante uno de los rivales, a priori, más sencillos que ofrecía el sorteo de octavos de final. No se puede obviar que el andorrano ha tenido que jugar ambos partidos ante los italianos mermadísimo en la zona defensiva por las lesiones y sanciones, pero no es menos cierto que ha pagado la nula planificación del club y la apuesta sin sentido por un jugador lesionado como Mangala.
Ese fichaje del francés fue motivo de discordia el pasado verano entre la propiedad y los entonces gestores deportivos y con el tiempo se ha demostrado que el central no está para competir a este nivel, pero desde Singapur no se estimó oportuno firmar en enero un central pese a la petición del técnico de hacerlo. En la enésima demostración de que lo deportivo no prima para el dueño y sí la gestión con su amigo Jorge Mendes.
Enésima demostración de que lo deportivo no prima para el dueño y sí la gestión con su amigo Jorge Mendes
Celades llegó por la puerta de atrás para sustituir a un técnico campeón y lo hizo aprovechando la oportunidad de su vida para entrenar a un gran club cuando su experiencia era ninguna en los banquillos de primera. No se le puede echar en cara que aceptara un puesto que casi cualquiera en su situación hubiera aceptado, pero otros como Gattuso si dijeron no por saber el terremoto al que se enfrentaban. Es decir, Celades sabía perfectamente lo que hacía y la exigencia que tenía el cargo que asumía.
Sus primeros meses fueron regulares pero se sostuvo por la clasificación para octavos de Champions que tapó las muchas carencias que el equipo pronto empezó a tener, principalmente en la zona defensiva. La irregularidad del equipo ha sido la tónica habitual desde su llegada y la perdida de identidad del equipo no es una casualidad y sí es fruto de lo poco trabajado que está el equipo en el día a día.
Del mismo modo que el 60% de las 38 lesiones que ha sufrido el equipo son por problemas musculares derivados de la mala gestión de esfuerzos entre partidos, alimentación diferente y con menos control que los últimos dos años y arriesgar en exceso con jugadores tocados. Sí, eso también es fruto de su inexperiencia en la gestión de una plantilla durante un curso de cuatro competiciones.
El 60% de las 38 lesiones que ha sufrido el equipo son por problemas musculares
El equipo en este 2020 ha hecho el ridículo en la Supercopa, donde el propio presidente les pidió antes del partido que no compitieran, cayó de la Copa de manera rara con el VAR pero sin competir como tocaba y ha salido humillado de la Champions. En Liga a falta de once jornadas es el equipo menos en forma de los cinco que pelean por dos plazas Champions y el propio capitán, Parejo, dijo hace tres semanas que mucho debían cambiar las cosas para clasificarse entre los cuatro primeros.
El equipo se le ha caído a Celades y sólo queda aferrarse a unos jugadores que han demostrado un compromiso total con la entidad durante este curso, pese a su desconexión con la propiedad con la que no comulgan.
Ellos son la única esperanza, como toda la temporada. Porque Celades ya ha demostrado en estos siete meses que no está para entrenar al Valencia CF y que otra vez más recibió un premio enorme para el que no había hecho méritos, simplemente por estar bien conectado con Mendes. Ahora bien, Celades no es el responsable. El responsable es el que decidió cambiar a un técnico campeón por un aprendiz.
Ese señor que desde que llegó no ha hecho más que contar mentiras al valencianismo y destrozar los dos proyectos en los que realmente sí tuvo gente de fútbol porque es evidente que su interés no va ligado necesariamente a que el equipo vaya bien. El señor Lim, que ahora seguramente se tirará otros tantos meses escondido y sin dar la cara y dejando que el pirómano (como gestor) que es Murthy siga tratando de apagar el incendio con más gasolina.
