El Valencia CF lleva meses intentando renovar el contrato del canterano Ferran Torres pero lo hace de momento en vano porque no consigue convencer al futbolista con una última propuesta que al jugador no le convence y que el club no sube. Esto, que es el abc de las negociaciones el club lo ha convertido en un problemón porque saben que están ante una negociación diferente porque se trata de un jugador clave para el futuro deportivo y económico del club y porque sienten la presión de la afición para conseguir atar a la perla.
Ante esa presión, el club ha elegido el camino de presionar al jugador para que acepte una propuesta que a día de hoy es exactamente la misma que hace dos meses y medio. Entendible postura pero a la vez criticable, al menos para mí tratándose de un jugador del nivel del valenciano.
Siendo todo esto información que el personal ya conoce, este lunes asistimos al enésimo intento de desvirtuación informativa por parte del gabinete de presidencia del club. Anil Murthy, el presidente que pasará a la historia por mandar callar a Mestalla sin rubor, se ha contratado a cargo del club y con un coste aproximado de medio millón de euros a un gabinete de prensa que le hace la tarea sucia de tratar de mejorar su imagen, algo imposible al menos en Valencia. Sean Beai, Teo Swee Wei y Roman Bellver, son sus fieles escuderos y las personas encargadas de convertir en rosa el mandato de Anil en el Valencia CF.
El domingo a última hora conté en mi programa de radio, ahora también visual por el maldito COVID-19, que Ferran había sido uno de los jugadores que había sufrido el virus y que el club en estos dos meses lejos de cuidarlo, llamarlo y mimarlo se había dedicado a meterle presión con el tema de la renovación.
Esa información, que está absolutamente contrastada fue recogida por el gabinete de desinformación y blanqueo del presidente y buscaron por donde podían darle una vuelta para defender al nefasto gestor. Y encontraron la rendija por la que colarse en las redes. Una de las muchas cuentas que ahora en redes se dedican a ganar followers tuiteando las informaciones de los periodistas, sesgadas, cortadas y casi siempre con frases entrecortadas para dar más fuerza a los tuits, tuiteó que yo había dicho que ‘NADIE’ del club había llamado durante el virus a Ferran. Eso fue algo que yo no dije en ningún momento, porque mi crítica fue que ante el virus el club debería haber frenado la presión y haber dejado en un segundo lugar la renovación, porque ya habrá tiempo para presionar al chico cuando todo esto pase.
En ningún momento de los 70 minutos de programa dije que ‘NADIE’ del club había llamado al jugador pero al gabinete de defensa de Anil no le importó, pusieron la maquinaria a funcionar y a primera hora del lunes llamaron a prácticamente todos los medios de comunicación para decirles que el Valencia CF había tratado a todos los jugadores contagiados del mismo modo, con atenciones médicas, psicológicas y de fisios para su recuperación. Y con eso lo arreglaron. Con eso el periodista mentía y el club, como siempre lo había hecho bien.
Sin embargo, el ejercicio ya muy habitual de este gabinete de presidencia ya no tiene excesivo recorrido porque la gente ya los tiene muy calados. Las mentiras de Meriton ya no se las cree una gran mayoría de los valencianistas y una vez más han quedado retratados. En primer lugar, porque han sido tan ridículos de desmentir una información que no existió, en segundo lugar porque han vuelto a poner de relieve que viven más preocupados por las nimiedades que por poner orden en el club.
Ahora bien, puestos a contar la información de la que yo nunca hablé, hay que decir que es bastante llamativo que el Valencia CF dijera ayer que a Ferran le habían tratado como al resto pero obviara que el presidente ha sido incapaz de llamar al jugador en estos dos meses y que el director de fútbol lo llamó una vez y al no obtener respuesta ya se pasó al cómodo mensaje de whatsapp.
Siendo honestos, ya que ellos destaparon la información que yo no había dado, tengo que decir que hay que ser poco hábiles para estar tratando la negociación de uno de los jugadores jóvenes con mejores números de Europa y haber sido incapaces el presidente y el director de fútbol de ofrecerle un trato mejor que al resto. Sencillamente, porque como dijo un genio del fútbol como Johan Cruyff, a los jugadores diferentes hay que tratarlos de manera diferente. Es decir, quizá una llamada del presidente en dos meses o tres o cuatro llamadas del director de fútbol en dos meses no hubiera sido, creo, un trabajo desmesurado para intentar dar cariño a un jugador que quiere convertir en uno de tus iconos. Esto ya es una opinión, no una información. Una manera de ver las cosas que seguramente sea diferente a la de Anil y César.
Debo ser raro, pero me llama la atención que desde el club se pueda llegar a defender que el presidente no llamó a Ferran porque eran muchos los contagiados, y quiero entender que eso suponía que tenía que llamarlos a todos. Es cierto, que poca comprensión la mía, pensar que el atareado Anil podría dedicar este confinamiento a hacer una 25 llamadas invirtiendo unos 50 minutos, dos por llamada, a preguntar a los 10 jugadores y 15 técnicos contagiados por COVID-19 como estaban. Espero que el gabinete de presidencia se sintiera orgulloso este lunes por la noche y le pudiera decir: «Anil, misión cumplida. Hemos conseguido que parezca que eres un gran presidente y la gente se ha creído que hemos actuado bien». Así es como ellos funcionan. Mentira tras mentira. Y si algo han hecho mal, no pasa nada porque lo taparán con otra mentira.
