El Valencia CF ha decidido que los accionistas pasen a mejor vida, ya que en la junta general de accionistas ordinaria que se celebrará el próximo viernes de manera telemática, por motivos de seguridad por el COVID, desaparecerán las históricas comparecencias de los accionistas alabando o criticando la gestión del actual Consejo de Administración.
Hace casi un mes, cuando el Valencia CF dio conocer los detalles de la convocatoria para esta junta, y donde añadió su intención de modificar el artículo número 11 de los estatutos del club, pasando a ser necesarias 3596 acciones para acudir a las juntas de los próximos años se vio con claridad y nitidez que los asiáticos han decidido dejar de respetar a sus compañeros de viaje en la sociedad.
45.000 accionistas poseen el 15,3 % de las acciones
Como ya publicó Golsmedia la pasada semana, Peter Lim es el dueño del 84,7 % de las acciones, pero el otro 15,3 está en manos de unos 45.000 accionistas que desde ahora ni podrán acudir a las juntas a partir del próximo año, ni desde la junta del próximo viernes podrán intervenir.
Según ha podido confirmar esta redacción, la única opción que le dan a los accionistas será la de presentar las preguntas a través de la plataforma digital para que el consejo de administración decida si las contesta o no durante la junta. Es decir, se anula el derecho que siempre ha tenido el pequeño accionista de la mercantil para expresar sus opiniones, que aunque no sirviera de nada al menos era el mínimo resquicio que le quedaba a los poseedores de algún título de poder decir públicamente lo que pensaban de la gestión.
Peter Lim no perdona los ataques a su famIlia
Peter Lim, ha decidido enfrentarse totalmente al valencianismo y cerrar cualquier vía de diálogo, o de acercamiento con los valencianistas. Hay quien afirma que el máximo accionista no perdonará jamás que el valencianismo le haya atacado en público, que haya llegado insultar a su familia través de las redes y que no le rinda pleitesía por entender el que es el absoluto del Valencia CF.
Es por ello, que desde hace unos meses ya no tiene ningún tacto a la hora de tomar las decisiones que estime oportunas y por supuesto no repara a la hora de ningunear a los aficionados y en este caso los accionistas.
