El próximo sábado el valencianismo tiene una cita en las calles de la ciudad para defender la dignidad del Valencia CF y pedirle al máximo accionista, Peter Lim, que se marche y que venda su paquete accionarial mayoritario de la sociedad mercantil valencianista. Este extremo de ruptura llega tras casi dos años de distanciamiento entre el accionista, sus enviados a la ciudad para gestionar el día a día y la afición valencianista.
La protesta que se espera sea masiva y de miles de aficionados blanquinegros es una piedra en el zapato del máximo accionista, al que no le gusta que se manche su imagen a nivel internacional y para el que la manifestación del pasado ocho de mayo, ya fue un inconveniente que se pudo trampear hacia el exterior asegurando a los medios que todo tenía que ver con la mala temporada deportiva del equipo. Ese fue el mensaje que se intentó transmitir desde el club hacia los medios internacionales y que además se expresó con un tuit haciendo referencia al problema deportivo.
Peter Lim vive en Singapur, de donde hace mucho tiempo que no sale por el COVID, anulando sus viajes habituales por Europa, y allí el mensaje que recibe muchas veces es distorsionado sobre la realidad de lo que pasa en Valencia y en muchos casos edulcorado. Es decir, no se puede decir que Lim no sepa lo que pasa pero sí que se pierde muchos matices que le hacen desconocer con profundidad que ocurre. De hecho, esas protestas de mayo, sus enviados a la ciudad, con el presidente que él eligió, Anil Murthy, le aseguraron que eran principalmente por las dos malas temporadas del equipo tras despedir a Marcelino y Mateu Alemany. De hecho, por eso se tuvo tanta prisa en fichar a Bordalás nada más acabar la temporada apenas unos 15 días después. Porque querían dar un golpe de efecto.
en mayo los asiáticos de Meriton trasladaron a la prensa internacional que las protestar eran por la mala temporada del equipo, ahora eso no cuela
Por eso, la manifestación convocada por la gran mayoría de colectivos valencianistas, es tan importante y tan significativa hacia el exterior. Ahora, con el equipo mejor clasificado que el año pasado a estas alturas el valencianista vuelve a echarse a las calles y será ahí donde se corte de cuajo la idea que los asiáticos intentaron expresar en mayo. Ahora, no podrán decir que el valencianismo protesta y les pide su marcha porque no están contentos por la temporada, ahora ese argumento no existe. Principalmente porque pese a que la gente sabe que el equipo ha bajado mucho el nivel y no está ni cerca de lo que debería ser su objetivo en la clasificación, y a pesar de ello muestran su apoyo cada partido en Mestalla.
El valencianismo ha entendido a la perfección la diferencia entre el equipo y la gestión y por eso es por lo que protestarán, por la gestión de Lim y sus gestores. Una gestión que ha llevado al club a la bancarrota y que además, ha enfrentado al club con la mayoría de sus aficionados, con la prensa, con las instituciones y todo aquel que no les sigue la corriente. Lim no quiere protestas masivas y no recibe de buen grado la critica del valencianismo. De hecho, pese a que se intente vender otra realidad le preocupa que los ‘fans’ como él mismo los describe manchen su nombre, como así le ha hecho saber en varias ocasiones desde su llegada al club a personas con las que tienen trato.
Son algunas las voces que afirman que manifestarse no sirve de nada, pero no es cierto. Lim tratará de nuevo de intentar frenar la fuerza de la manifestación con alguna noticia que genere efecto rebote, porque su imagen cada vez está más deteriorada como gestor de un club de fútbol histórico de Europa y ya son pocos los aficionados al fútbol que no se sorprenden que la situación que tiene el club de Mestalla.