El Valencia CF se jugará durante los dos próximos meses su permanencia en la primera división del fútbol español. De hecho, el club de Mestalla ocupa hoy posiciones de descenso a la segunda categoría del fútbol nacional. Esa situación deportiva, de angustia por un posible descenso, tiene al valencianismo en vela y en posición de protesta continuada contra la gestión del máximo accionista, Peter Lim y contra las personas que gestionan el club.
La entidad de Mestalla reforzó en septiembre la figura del talaverano, Miguel Ángel Corona, al que ascendieron a director técnico, que fue algo así como darle el cargo de director deportivo, como le llamaba su gran valedor, Gennaro Gattuso, pero sin darle el nombre de Director Deportivo.
Corona está en el ojo del huracán y señalado por el valencianismo porque en el mes de diciembre afirmó que la plantilla no estaba coja en ninguna de sus posiciones y que no hacía falta ningún centrocampista defensivo porque se tenía a Guillamón y Nico. Eso unido a su defensa de su trabajo y configuración del equipo una vez dimitido Gattuso y con el mercado de enero cerrado, llegando a asegurar que no habían sido capaces de encontrar jugadores que mejoraran la plantilla, ha provocado que el valencianismo le haya señalado como uno de los grandes responsables de la situación deportiva actual.
Las primeras indicaciones para el próximo curso han llegado y Corona ha sido reforzar en su cargo pese a la situación deportiva del equipo
Pese a esa situación y la indefinición total que hay ahora mismo de la categoría que ocupará el club la próxima temporada, fuentes más que solventes de la entidad aseguran que Peter Lim es ajeno a todo lo que se está cocinando en la ciudad y a las protestas que le solicitan vender su paquete accionarial, y ya ha dado las primeras indicaciones para la próxima temporada y una de ellas ha sido la de confirmar la presencia del director técnico, Miguel Ángel Corona como responsable deportivo del club.
Es decir, si Corona es el responsable, el club da por hecho que no se incorporará un director deportivo como si se intentó el pasado curso cuando se habló con Ramón Planes, Leonardo o Braulio Vázquez, pero ninguno se atrevió a embarcarse en un proyecto sin garantías.
Desde el club se sigue afirmando que el máximo accionista sigue firme en su idea de no vender sus acciones y que ya se planifica la próxima temporada teniendo en cuenta los diferentes escenarios que se pueden dar, uno de ellos sería el triste descenso y otro el de rehacer una plantilla empobrecida al máximo y con unas limitaciones económicas enormes.
