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Los hábitos y nervios de Corona

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Los hábitos y nervios de Corona

La situación social, económica y deportiva del Valencia CF tiene mil aristas y por supuesto un único responsable final que es el máximo accionista, Peter Lim. Sin embargo, en Valencia hay personas que en el día a día han sido claves y cómplices para que el equipo llegue a las diez últimas jornadas, metido en puestos de descenso y con el miedo más que evidente de poder perder la categoría. El principal cómplice para el destrozo deportivo del club en apenas cuatro años, tiene nombre y apellidos: Miguel Ángel García Pérez-Roldán, conocido futbolísticamente como Corona. 

El manchego lleva meses muy nervioso y buscando culpables con los que compartir el muerto de la situación que tiene el equipo, porque sabe que pese a que recientemente ha sido reforzado en el cargo por la presidenta, Layhoon, en este Valencia CF de Peter Lim, eso no supone nada de nada. De hecho, tiene el ejemplo de la pasada temporada cuando pese a ser reforzado le mintieron cuando le negaron que había negociaciones con otros directores deportivos, como Ramón Planes o Braulio Vázquez. 

Corona mantuvo el tipo en el club porque Lim no encontró a nadie que quisiera venir a figurar al Valencia CF y por eso Corona siguió. Luego hizo lo que mejor sabe, acercarse al entrenador, Gattuso, ganárselo de entrada para posteriormente traicionarlo y ponerse del lado del máximo accionista, cuando el italiano pedía fichajes de nivel y Lim no se los daba. De hecho, Corona se posicionó firme el 30 de enero en la Ciudad Deportiva, en una reunión en la que Gattuso les preguntó a la cara a él y a la presidenta, si no tenían miedo a bajar. Corona dijo que la plantilla configurada tenía la suficiente calidad como para estar en media tabla y no pelear por descender, y que en ese caso era mejor no gastar dinero porque las aspiraciones del club únicamente eran de media tabla. Gattuso después de esa frase, decidió dimitir cobrando hasta el día que trabajó, perdonando los dos años que tenia firmados y pagando de su bolsillo la temporada de sus ayudantes. 

Fue el tercer entrenador con el que se repetía la misma operación. Mentiras y más mentiras. Mentiras de Corona a los entrenadores, porque en muchos casos él también es engañado por Meriton y lo que le dicen que puede hacerlo, luego no se lo dejan hacer. Corona llegó al Valencia en enero de 2020 de la mano de César Sánchez, para ser el director de la secretaría técnica y estar por debajo del ex portero valencianista. Ese equipo estaba clasificado para los octavos de final de la Champions y venía de ganar una Copa del rey. De todo aquello, en apenas tres años no queda absolutamente nada. De hecho, la tabla lo indica a las claras. 

Corona ha tenido problemas con Gracia, Bordalás y Gattuso. Los tres dicen que miente para no enfadar a Lim y mantener su puesto

Nada más llegar al Valencia Corona se dio el barón liguero por la pandemia mundial del COVID, y posteriormente llegó el verano más lamentable de los últimos años para el Valencia CF. Ese verano llegó con la reanudación de la Liga y la dimisión, por honestidad de su mentor, César Sánchez, que vio como su palabra no valía nada y se obvio para destituir a Celades. Ahí, Corona, vio su momento y lejos de marcharse unto a quien le había traído, se acercó al presidente, Anil Murthy, y fue su asesor personal. El club regaló jugadores como Parejo o Coquelin y vendió a Rodrigo, Ferran y Kondogbia. Se deshizo de la columna vertebral de un Valencia CF de Champions y no fichó a nadie. Absolutamente a nadie. 

Desde el primer día su relación con Gracia fue cordial y trasladándole una cantidad ingente de posibles operaciones que nunca se llevaron a cabo. Hasta que Gracia decidió romper la relación, al sentirse que Corona era parte esencial para engañarle y no decirle la verdad. Aquel verano, Corona tuvo al menos ocho o nueve operaciones que pensaba que podía hacer y que Lim le tumbaba con los jugadores ya en Valencia, como Murillo o Mauricio Isla. Pero Corona nunca se ha sentido ofendido, ni ha levantado la voz. Sabe que para mantenerse en el cargo es clave no molestar a Lim, ni a Meriton. 

Aquella temporada fue transcurriendo con más pena que gloria y en enero, un año después de su llegada, el máximo accionista permitió firmar jugadores cedidos pero de los tres que llegaron 2 fueron cosecha de Mendes, Ferro y Cutrone y Corona eligió al uruguayo del Cagliari, Oliva. Huelga comentar el nivel del futbolista. Tras un año lamentable, donde hubo algún fantasma de descenso, se eligió a Bordalás, una elección que Murthy hizo principalmente porque era el entrenador que se había enfrentado a Marcelino y que había tenido unos buenos años en el Getafe. 

Su participación en tres años se reduce a Oliva, Marcos André, Cömert, Moriba y Cenk

Bordalás fue un nombre que ilusionó a buena parte del valenianismo por su personalidad arrolladora y sus ideas claras. Fue un verano de más movimientos, pero donde el técnico alicantino llevó el peso de las decisiones de mercado. Llegaron Alderete, Duro, Foulquier como peticiones claras del entrenador y hubo consenso en la figura de Marcos André, un delantero que había elegido Corona por ser similar al colombiano Luis Suárez, pero asumible económicamente. Bordalás, dio el ok. Le gustaba el jugador, pero Bordalás no pagó los 8.5 millones. Eso fue una negociación de Murthy y Corona que en una semana pasaron de ofrecer 3+1 a pagar 8.5 más el 10%. Esa operación, no la cerró Bordalás, que sí, que se puso insistente en la llegada del brasileño, pero que también dio luz verde a tirar abajo la operación, si llegaba otra delantero como William José, que Corona le aseguró que lo tenía casi fichado, o si se hacía un esfuerzo por Joselu. Bordalás quería un delantero y pidió premura en su llegada porque se dio cuenta de que lo habían engañado desde el primer momento. 

Sin embargo, la piedra que hizo saltar la relación de Bordalás y Corona, además de que el alicantino pronto se dio cuenta de que Corona jugaba con Meriton y no le iba a ayudar a hacer fuerza para mejorar el equipo en la zona que él pensaba clave, el centrocampista, la operación Helder Costa dinamitó todo. Una semana antes de acabar el mercado Corona se lo ofreció al alicantino y Bordalás dijo que no le gustaba porque no defendía. Pidió alternativas y Corona se calló hasta que el último día porque ya sabía que era un jugador que Mendes había apalabrado con Lim colocar en el Valencia. El último día de mercado se cayeron varias opciones para la delantera porque la ficha de Helder Costa era alta y consumía mucho FPF. Aquello hizo ver a Bordalás, que Corona no era un aliado si no un trabajador de Lim. 

El inicio de curso fue de vino y rosas porque el equipo se metió arriba, pero llegada la Navidad empezaron las dudas y el mercado de enero lo reventó todo. Bordalás, se cansó de las mentiras y explotó internamente, además de no esconder su enfado en público. Corona, se puso del lado de Murthy y Lim y empezó a hacer campaña contra Bordalás, filtrando que no era tan buen entrenador como parecía y que vivía en Alicante y entrenaba poco. Enero se cerró con una petición del técnico, Bryan Gil y con dos fichajes cosecha Corona: Cömert y la cesión de Moriba. 

La final de Copa aplacó los ánimos, pero aquella final la jugó el Valencia con Bordalás ya destituido virtualmente, porque ya se había hablado con Gattuso y con Corona fuera del club, porque se había elegido, por parte de Mendes a Ramón Planes como director deportivo, al que sí se informó de la elección de Gattuso como entrenador meses antes de su llegada. La final se perdió en penaltis y nadie sabe qué hubiera hecho Lim si se hubiera ganado el título, pero quién le conoce asegura que hubiera despedido igualmente a Bordalás. 

El año pasado estaba fuera porque se había elegido a Planes pero el nulo proyecto frenó al catalán que prefirió no venir, como Braulio Vázquez y por eso sigue

Corona estaba virtualmente fuera del club, pero la situación del club hizo que nadie quisiera venir al Valencia CF y supo ganarse, como casi siempre de inicio, al nuevo entrenador y por supuesto tiene el favor de Mendes, que lo ve como el director deportivo ideal para colocar a sus jugadores siempre que quiere sin impedimentos. Con Gattuso tuvo poco margen pero si que tuvo sus opciones y fue clave para las llegadas de Cenk y Moriba. El ex del Leipzig fue su gran apuesta, pese a que Gattuso no le quería y algunas voces del vestuario no lo aconsejaban. Los Lino, Nico, Almeida fueron cosa de Mendes junto a Gattuso y Castillejo y Cavani los trabajó personalmente el italiano. De hecho, Corona desechó inicialmente la llegada del uruguayo, al entender que era imposible para el Valencia CF. 

Corona ha tenido problemas con los tres entrenadores que han trabajado en el club mientras él tenía el cargo más alto de dirección deportiva en el club. Los tres se marcharon señalándole como parte esencial del problema del Valencia CF y pese a todo, ahí sigue. Sin tapujos, sin atribuciones directas y opciones de firmar jugadores con independencia y cobrando un buen salario. 

Ahora, reclama para sí, un poder que no le debería corresponder, de mandar más en la Academia. Una Academia que funciona bien sin su presencia, que consiguió encontrar un portero que él ni conocía cuando firmó por el Valencia CF, y que ha sido denominador de celos en los últimos meses. Corona ha reclamado su protagonismo en el fichaje de Mamardashvili, cuando fue una operación que cerraron Marco Otero, Luis Martínez (fue quien viajo a negociar a Georgia) y José Jiménez. Corona no hizo absolutamente nada. Pero ha querido que se le pusiera la medalla de algo que no le toca y como ha habido quien ha reclamado méritos, pues el manchego ha decidido hacerle la vida imposible y señalarlo. De momento, es incapaz de cerrar la renovación del mejor jugador del filial, Javi Guerra, pese a que en estos últimos días han programado una nueva reunión para intentar atarlo. Pero Corona, sin mando, es lento y vive siempre del lado de Peter Lim y no del Valencia CF. 

Mestalla le ha cantado claramente «es un florero, Corona es un florero» en los últimos partidos, incluso el pasado domingo en Almería. Pero Corona no se inmuta, jamás pierde su  blanquecina sonrisa y sigue adelante. Siendo cómplice del peor máximo accionista de la historia y con el Valencia CF camino de la segunda división. Ahora, su preocupación es la Academia y empezar a hacer ver que él hace hasta donde le dejan. Incluso contradiciendo su opinión de finales de enero y principios de febrero cuando internamente defendió no fichar, que no hacía falta nada urgente y que no habían podido firmar jugadores que mejoraran la plantilla, porque en las últimas semanas si dice que tenía jugadores fichados en enero pero que Lim no le dejó.

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