El Valencia CF vive pendiente de la situación del georgiano Giorgi Mamardashvili, porque hasta el final del mercado su salida puede ser una realidad, si algún club trae los 20-25 millones en los que está valorada su salida. Una salida que dentro de la entidad estaban convencidos de que se daría la primera del verano pero que finalmente no se ha traducido ni siquiera en ofertas firmes por el portero.
Con ello, Mamardashvili ha vuelto a los entrenamientos y se presume como el guardameta titular en el primer partido de Liga ante el Sevilla el próximo viernes día 11 de agosto. Ahora bien, está por ver quien será el segundo portero del Valencia CF porque ahí, parece que Rubén Baraja ha abierto el debate entre Jaume y Rivero.
Los dos valencianos han tenido minutos de pretemporada, pero Rivero ha visto como Baraja le ha vuelto a meter en dinámica y le ha dado la confianza que el año pasado no le dio Gattuso, que no le puso prácticamente en pretemporada y que además, cuando se lesionó Jaume a princoio de temporada, prefirió recuperar a un portero en paro, como Iago Herrerín, que darle la oportunidad de ser el segundo.
El canterano vuelve a ser uno más y tiene ganas de competirle la portería a Jaume y ser la alternativa real a Mamardashvili si sigue
Esa decisión del italiano, no se entendió por parte del portero que lleva toda la vida en la escuela, y que siempre ha gozado de la confianza del club, principalmente del entrenador de porteros, José Manuel Ochotorena, que es su gran valedor. Era el momento de darle la alternativa y la confianza pero el club atendió la petición de Gattuso y firmó a un portero que luego terminó siendo un lastre y que no convenció dentro del club, más por temas de vestuario que por otra cosa.
Rivero tuvo su momento en la temporada 20-21, cuando de la mano de Gracia jugó los cuatro partidos de Copa del Rey e incluso estuvo cerca de poder ser titular en Liga, cuando Jaume bajó mucho el rendimiento y Cillessen estuvo lesionado. Gracia lo pensó y estuvo muy cerca de ponerle titular, pero al final no lo hizo y Rivero terminó la temporada en el banquillo. Fue el curso siguiente cuando salía cedido en enero a Alcorcón, pero la cesión no fue como él esperaba porque los madrileños estaban casi descendidos cuando él llegó, y pronto le sentaron para darle confianza al portero que iba a seguir la siguiente temporada en 1RFEF, ya que el valenciano estaba cedido.
Este año, Rivero, entra en su último año de contrato y de momento se ha ganado la confianza de Baraja, que le ha hecho jugar en cuatro de los cinco amistosos de pretemporada y rindiendo a buen nivel, parando incluso un penalti ante el Trnava y llevando el brazalete de capitán al ser de los más antiguos de una plantilla jovencísima. Rivero tiene claro que va a continuar y tiene ganas de pelear por ser la alternativa en la portería a Mamardashvili. Está convencido de su nivel y de que puede ser portero del Valencia CF. De momento Baraja, le ha vuelto a meter en la rueda.
