El Valencia ha dejado para los últimos once días de mercado muchos deberes por hacer, como viene siendo la tónica habitual del club en los últimos años, donde no solo busca piezas que le completen la plantilla, si no que busca cerrar operaciones clave para el buen rendimiento del equipo a lo largo del año.
El técnico, Rubén Baraja, ha arrancado la Liga haciendo encajes de bolillos para poder competir y de momento ha logrado dos victorias balsámicas y de mucho mérito, con muchas carencias en cuanto a número de efectivos, pero ha dicho claramente en público que esas victorias no pueden esconder las necesidades de la plantilla de cara a una temporada larguísima donde habrá lesiones, sanciones y picos de rendimiento.
El club presentó este lunes al extremo Sergi Canós para las cuatro próximas temporadas, tras una negociación que ha durado casi dos meses y que se ha cerrado de manera satisfactoria para el club que ha conseguido darle finalmente un extremo a Baraja. Canós llega para reforzar ambos costados, aunque su posición más conocida es la de extremo izquierdo.
Tras su llegada, el club ahora tiene clarísimo que debe reforzar la delantera. Esa es la absoluta prioridad del club, porque Baraja ha repetido ya muchas veces que necesita gol. Y es algo que todo el mundo ve, porque únicamente cuenta con Hugo Duro tras la salida de Cavani y el descarte de Marcos André. El Valencia CF busca dos delanteros en el mercado, porque
La opción preferente y por la que se negocia porque es el que más gusta a Rubén Baraja, es el sevillista, Rafa Mir. El murciano está muy convencido de jugar en Mestalla y está apretando a su club para que acepten la propuesta que ha planteado el club valencianista. La negociación a día de hoy consiste en una cesión que incluye una opción de compra, de entre 8-9 millones. Ahora bien, el Sevilla exige dos condiciones para dar luz verde a la operación. Por un lado, el Valencia CF debe asumir el salario íntegro del jugador, que es de 3,4 millones brutos por temporada, algo que los de Mestalla han aceptado, y pagar 2 millones por la cesión que son los que el club hispalense debe asumir en su coste de plantilla como concepto de amortización del fichaje del jugador. Esa cantidad, esos dos millones, se descontarían de la cifra final de la opción de compra.
Sin embargo, de momento, el Valencia CF no alcanza esos dos millones pese a que se descuenten del precio final, si el próximo curso decidirá ejecutar la opción de compra, porque no quiere pagar ese dinero ahora, y el Sevilla por contra, lo que quiere es poder liberarse totalmente de la carga financiera que le supone Rafa Mir este curso.
El Valencia CF llega a los últimos 11 días de mercado con mucho por hacer, principalmente para construir un equipo con alternativas a Baraja
Para poder dar el empujón definitivo por Mir, que anoche marcó contra el Alavés pero también se abrió las puertas públicamente afirmando que no «está contento con jugar tan poco», el Valencia CF quiere dar salida a Samu Castillejo, al que este lunes le presentó una oferta del Tijuana FC, de la Liga mexicana. El jugador mantiene la posición que le trasladó al club hace varias semanas, cuando le plantearon las opciones de Arabia. El futbolista quiere que el club asuma el 20% del contrato que tiene firmado. Castillejo firmó hasta 2025 y le quedan 5 millones brutos por cobrar, el jugador está pidiendo un bruto para rescindir y el Valencia CF ofrece una cantidad muy pequeña y alejada del millón.
Ni las ofertas de Arabia, ni la de México, son especialmente atractivas para el jugador en cuanto a lo deportivo y la de Tijuana le agrada más porque le ofrecen buenas condiciones de vida, pero Arabia son ciudades complicadas para vivir. Por tanto, el Valencia CF sabe que o termina subiendo su oferta para rescindir o no habrá solución, porque el futbolista no entiende que se le haya apartado y tratado mal, sólo un año después de llegar.
El resto de fichajes, también están definidos. El club quiere otro delantero, además de Mir, y otras banda como mínimo. Para que llegue un delantero debe salir Marcos André. Que tiene como prioridad ir a Valladolid, pero que también cuenta con más intereses de segunda. El Elche ha llamado en las últimas horas con fuerza y valora comprar el 50% del jugador en propiedad, pero lo hará siempre que venda a Lucas Boyé. El argentino es uno de los delanteros deseados por el Valencia CF, que durante el verano ha intentado comprar al argentino incluyendo a Marcos André y una pequeña cantidad de dinero pero los ilicitanos no han querido. Boyé cuenta con ofertas de Alavés y Olympiacos, pero está a la espera de que el mercado entre en ebullición para encontrar un club que pague 7-8 millones por él, porque tiene claro que quiere salir de Elche. Su prioridad es el Valencia CF, pero esa opción es muy compleja por el alto traspaso que Bragarnik pide por él.
El Valencia CF tiene en la mesa alternativas, como Braithwaite, Mayoral, Toni Martínez y habrá que esperar a los últimos días del mercado, porque aparecerán opciones que hoy no están. La hoja de ruta es clara, intentar dar salida a los descartes, y firmar a Rafa Mir, otro delantero y un banda, donde puede encajar Amallah y podría darse una cuarta llegada como la de Iván Jaime, extremo malagueño del Famalicao, ya que es una operación que maneja Jorge Mendes y se ha comprometido con el presidente del club luso a encontrar una solución con el jugador.
