El Valencia CF lleva años que acude al mercado con limitaciones extremas a la hora de encajar piezas en el puzzle de sus incorporaciones para mejorar sus equipos, lo que conlleva que en la mayoría de ocasiones las negociaciones por los jugadores se centren en buscar fórmulas para que lleguen a Mestalla de la manera más económica posible y ahí la fórmula de la cesión suele ser la preferida por Peter Lim, desde que el singapurense es el máximo accionista del club, hace ya 10 años.
El verano pasado el club cerró las cesiones de Selim Amallah, que llegó a préstamo desde Valladolid a cambio de 150.000 euros aprovechando una cláusula en su contrato con los de Zorilla si los vallisoletanos descendían, como así sucedió, y en penúltimo día del mercado se cerró la cesión del delantero ucraniano Roman Yaremchuk.
En teoría ambos jugadores llegaban para ser importantes en el esquema de Baraja, principalmente porque el técnico valencianista no contaba con muchas alternativas en el medio del campo, ni en la delantera. Sin embargo, ninguno de ellos consiguió entrar en el equipo en la primera parte de la temporada y no por falta de oportunidades, si no porque cuando les tocó jugar, su rendimiento fue muy discreto, por no decir deficiente.
Eso provocó que el ucraniano fuera una de las opciones que se planteó el club para liberar masa salarial en enero, el chico llegó a hablar con sus agentes para valorar opciones, pese a que su intención siempre fue firme de seguir en Mestalla, y el marroquí se marchó a la Copa África para intentar coger el ritmo que en el Valencia CF no había encontrado.
En ese mes de enero, el club cerró una cesión más, la del madridista Peter Federico. El dominicano llegó a finales de mes para ser el refuerzo de banda de Baraja. Con esas tres cesiones el club tendrá que tomar decisiones a final de temporada, ya que en dos de ellas tiene opción de compra y una, la de Yaremchuk, no tiene ningún derecho sobre el jugador.
A estas alturas de la temporada las posiciones del club están bastante claras en cuanto a que no ejercerá la opción de compra del marroquí, Amallah, información que ya fue contada hace varias semanas en ‘Tribuna Deportiva’, porque el africano no se ha integrado como se se esperaba y su rendimiento dista mucho de lo esperado por el cuerpo técnico. Amallah no es una prioridad ni siquiera si el Valladolid ni ascendiera y el jugador pudiera volver a salir cedido a cambio de 150.000 euros.
Amallah no seguirá, Yaremchuk tiene sus opciones como cedido pero la opción es Mir y Peter Federico tiene el ok de los técnicos para invertir los 2 millones
Los otros dos casos son diferentes. Yaremchuk en enero pensaba que podía salir porque pensaba que no se contra con él, y le ha dado la vuelta a la situación. Si integración en el vestuario hace que no sea descabellado que el club pueda valorar una segunda cesión porque su valoración de mercado no se podrá asumir. El Brujas pagó por él 16 millones de euros en 2022 al Benfica y su salario ronda los 1,8 millones netos por temporada. Para Baraja el delantero deseado para junto a Hugo Duro tiene nombre y apellidos, es Rafa Mir, pero viendo todo lo ocurrido, Yaremchuk es una alternativa que conoce la plantilla, que le tiene cariño, y que podría encajar.
Por último, los informes que se tienen sobre Peter Federico, son positivos a futuro y en el club están convencidos de que es una buena apuesta de futuro. Ahora mismo, si dependiera de la opinión de la secretaría técnica, el club pagaría los 2 millones de euros que existen de opción de compra por el jugador. Esa es una decisión que debe tomar Peter Lim, pero Baraja está apostando por el jugador al que todas las semanas le da minutos, porque la idea de la secretaría técnica es apostar por el futbolista este verano.