El Valencia CF viaja este viernes a San Sebastián para medirse el sábado a la Real Sociedad en la octava jornada de la Liga, tras un inicio muy dubitativo de ambos equipos, ya que los dos llegan con los mismos cinco puntos a este momento de la temporada, donde ya empieza a dejar ser el inicio inmediato y se empieza a acercar el ecuador la primera vuelta. Mientras que para los valencianistas la situación de estar solo una posición por encima del descenso, empatados con el Valladolid, se ha convertido en algo que no sorprende a casi nadie por la planificación y proyecto, en Donosti, es todo lo contrario. Los vascos han crecido mucho estos años, ya son cinco seguidos viajando por Europa, y la exigencia es grande hacia el equipo y hacia el propio entrenador, Imanol Alguacil.
El técnico, que ha conseguido llevar a la Real a ganar una Copa del Rey 34 años después, está siendo discutido con fuerza en San Sebastián, porque el equipo, como el de Baraja ya lleva en mala dinámica desde la segunda vuelta de la pasada campaña. Alguacil fue uno de los grandes protagonistas del pasado mercado cuando llegó a poner mucho dinero encima de la mesa por el valenciano Javi Guerra.
Los vascos sabían a ciencia cierta desde final de la temporada que Mikel Merino no iba a seguir en Anoeta y únicamente le quedaba un año de contrato. El navarro había avisado a la Real de que quería dar un salto a alguno de los tres grandes que le quería, Atlético, Barça y Arsenal, la Real le pidió tiempo para encontrar un sustituto y el elegido fue Guerra. El centrocampista del Valencia CF fue la primera opción de consenso entre Roberto Olabe y Alguacil.
Olabe fue el que negoció en calidad de director deportivo, pero con la aprobación del presidente Jokin Aperribay, para presentar una oferta importante a nivel económico. El director deportivo contactó directamente con el director deportivo valencianista, Miguel Corona, al que conoce desde hace años y mantiene una buena relación. Las conversaciones fueron cómodas porque la Real quería comprar y el Valencia CF vender. Guerra era la venta que buscaba el Valencia CF este verano y por eso se entabló una negociación rápidamente.
El Valencia CF solicitó una cantidad fija que alcanzara los 20 millones de euros y variables que hicieran que la propuesta que viajara a Singapur, rondara los 25 millones de euros. La Real, inicialmente valoraba en menos al futbolista y hablaba de unas cantidades fijas de 15-18 millones máximo y bonus de hasta 20-22. Sin embargo, obtuvieron el compromiso de Corona de cerrar el trato si alcanzaban lo que pedía el Valencia CF. La Real estudió la situación y se lanzó con una oferta que alcanzó los 20 millones de euros, más Robert Navarro o Jon Aramburu.
Corona fijó 20 millones más bonus hasta 25 como precio y la Real se lanzó con 20 más Navarro o Aramburu pero con negociación abierta Lim exigió 25 fijos y variables y todo se cayó
Los dos futbolistas le gustaban y encajaban al club de Mestalla. La primera opción fue Navarro porque el Valencia CF buscaba un extremo izquierdo ante la dificultad para cerrar a Luis Rioja, que en ese momento había descartado la oferta de los de Mestalla al entenderla muy baja, y Aramburu también gustaba por su juventud, proyección y porque podía cubrir los dos laterales en los que el club tenía la duda de arrancar únicamente con Jesús Vázquez en la izquierda y porque Foulquier, estuvo todo el verano atento a la llamada del Getafe y de otro club de primera, y con un sólo año de contrato mantuvo varias conversaciones con el club buscando una salida que le garantizara un contrato más largo. El Valencia CF tanteó a Robert Navarro, que únicamente estaba dispuesto a jugar cedido un año porque tiene un acuerdo, ilegal, pero que todo el mundo sabe, para jugar gratis a partir del próximo mes de junio en el Athletic Club y no hizo falta negociar mucho más porque mientras se daban estas conversaciones, Peter Lim tumbó la operación.
Con un pensamiento diferente a lo que pensaban en Valencia CF, Miguel Corona y su secretaria técnica, el asiático fijó el precio inicial de Guerra en 25 millones y variables para llegar a 30 y la Real Sociedad se retiró de la puja de manera inmediata. No lo dirá públicamente pero Olabe no entendió que Corona le dijera un precio que realmente no tenía confirmado desde Singapur. Algo que ya ocurrió el pasado verano con Yunus, cuando los italianos obtieron la información de que por 15 millones Lim vendería al americano, y luego no se bajó nunca de los 20.
Guerra estuvo al tanto de la negociaciación entre clubes pero sin avanzar nada por su parte, porque prefirió esperar a un acuerdo entre clubes que nunca llegó a darse, pese a que la Real dio por hecho que cerraba el fichaje tras las conversaciones iniciales entre Olabe y Corona. Tres días después de retirarse de la puja por Guerra, la Real cerró el fichaje del croata Susic, procedente del Salzburgo a cambio de 10 millones de euros. Ahí, acabó la opción de Guerra a la Real que por momentos estuvo atado entre las partes.
