La buena situación deportiva por la que atraviesa el filial groguet ha desembocado en un ambiente de tranquilidad en cuanto a recurrir a la desesperada al mercado de invierno, sobre todo después de ver el buen rendimiento dado por los futbolistas del “C”.
Desde la zona de promoción de ascenso se ven las cosas de distinta manera. El Villarreal B, segundo en la clasificación del Grupo III de Segunda División B tras computar un balance de once triunfos, cinco empates y dos derrotas, no está dispuesto a que nada ni nadie le trastoque la dinámica de un vestuario que ha regresado del breve parón navideño con las pilas cargadas en busca de abordar la primera posición. Debido a esta ambición y al ver cómo la promoción de ascenso cada jornada que pasa está más cerca gracias al notorio rendimiento del filial groguet, el club se encuentra estudiando y analizando las opciones que ofrece el mercado de fichajes, algo que de momento no urge en abalanzarse pero no se renuncia a tratar de conseguir varias caras nuevas con proyección de futuro que valgan tanto para el segundo filial como para el “B”.
De esta forma la plantilla -formada a día de hoy por los porteros Aitor, Bañuz y Ander Cantero (Real Madrid C); los defensas Adrián Marín, Felipe Alfonso, Carlos Julio, Marcos Mauro (La Roda), Dan Ojog (Villarreal C), Edgar Ié (Barça B), Javi Ramírez (Villarreal C) y Pablo Íñiguez (Girona); los centrocampistas Anton Shvets, Leo Suárez, Ramiro (Villarreal C), Rodri (juvenil/Villarreal C), Pedraza (juvenil/Villarreal C), Larrea (Villarreal C) e Iván Alejo (Atlético de Madrid B); y los delanteros Franco Acosta, Fran Sol y Carlos Martínez (Olot)-, podría verse mejorada en cuanto a competencia por varios futbolistas, como es el caso de los que más fuerte están sonando en estos momentos: el defensa Guillermo Padula -que ya se ha puesto a prueba estos pasados días- y el centrocampista Roberto Olabe (5 de mayo de 1996), jugador del filial de la Real Sociedad que destaca por el gran talento que atesora en sus botas.
Más allá de estos nombres, la entidad -cuyo buen ojo para las promesas latinoamericanas hace esperar cualquier sorpresa en forma de regalo para Paco López– seguirá fiel a la filosofía que le ha llevado a ser uno de los equipos más a tener en cuenta del panorama nacional y europeo en cuanto a cantera, por lo que el cuerpo técnico continuará tirando habitualmente del Villarreal C en el caso de que fuese necesario, como así ha ocurrido con nombres como, entre otros, el de los centrocampistas Pedro y Joel, los defesas Miguelón o Ramón o el delantero Mario.
