
El Villarreal buscaba en Valladolid un triunfo balsámico para aliviar los efectos secundarios provocados por el batacazo copero. Pero el equipo de Javi Calleja se vio desbordado por momentos en el primer acto, en especial por una defensa especialmente espesa en Pucela. Alcaraz abrió el marcador para los locales con una gran acción individual, previa asistencia de Sandro, y el canario pudo marcar el segundo minutos después. El cuadro groguet apenas llegó al arco rival, o de forme legal, por que Alcácer envió un balón a la madera, eso sí, en una acción anulada. La segunda mitad fue otra cosa, el balón fue del Villarreal ante un rival que permaneció guarecido en su campo. El VAR fue el protagonista para el desenlace final del choque, y es que tuvo que salir a la palestra para dar un gol legar a Gerard Moreno que el colegiado había anulado injustamente previamente. Foto: LaLiga Santander.
El Submarino salió al terreno de juego del José Zorrilla con los mismos tripulantes que torpedearon a Osasuna en la última jornada de liga. Bien es cierto que desde ese día hasta la visita a Pucela hubo un catastrófico paréntesis, con la derrota copera en Miranda de Ebro y, en consecuencia, la eliminación ante el Mirandés. El conjunto groguet salió con un 1-4-3-3, con Asenjo en portería; Mario Gaspar en el flanco derecho de la defensa, Rubén Peña en el costado izquierdo, con Raúl Albiol y Funes Mori en el eje de la zaga. En el centro del campo el protagonismo fue para Iborra, más retrasado, junto a Manu Tigueros y Santi Cazorla; por delante Gerard Moreno cayó a la banda derecha, Moi Gómez a la izquierda, y Paco Alcácer formó en punta de lanza.
El conjunto pucelano se mostró más intenso en los primeros minutos algo que incomodó a los amarillos, que vieron como a los nueve minutos Unal veía puerta tras una gran asistencia de Toni, sin embargo, el turco, jugador propiedad del club vila-realense, remató en posición adelantada, fuera de juego. A pesar de que el marcador no se movió esta acción no fue más que el preludio de lo que podía llegar. Óscar avisó con un disparo que se marchó desviado por muy poco. Pero la tercera de los locales fue dentro. Unal filtró un pase entrelíneas a Sandro, que desde la banda derecha centró a la frontal del área, donde Alcaraz empaló de volea para abrir el marcador. El Villarreal intentó poner la réplica con un remate muy tímido de Funes Mori. La situación era negativa para los intereses del equipo de Javi Calleja, y podría haber sido peor de no ser porque el VAR favoreció a los amarillos en unas posibles manos de Rubén Peña dentro del área, al que el cuero le dio realmente en el pecho.
A pesar de las ocasiones locales el balón era groguet, la posesión del balón era de un 63% para un Submarino que apenas llegaba a la portería contraria con peligro, y en una ocasión en la que lo hizo, en la que Paco Alcácer estrelló el balón en la madera, el colegiado decretó posición de fuera de juego del ariete, una decisión errónea, ya que el atacante estaba habilitado. Y el Valladolid pudo abrir brecha en el marcador a renglón seguido, y esta sí que valía. El zaguero Funes Mori envió un balón hacia atrás que interceptó Sandro para marchar cara a puerta, pero cuando la grada del José Zorrilla ya cantaba el 2-0 el delantero canario envió la pelota fuera. La única amenaza para los castellano la representaba Paco Alcácer, que se mostró muy activo buscando desmarque y volvió a tener una nueva oportunidad, un mano a manos con Masip, pero el colegiado decretó otra vez fuera de juego y nuevamente no era. El Villarreal se fue entonando en la recta final del primer tiempo, fue cuando los groguets comenzaron a tener mayor fluidez en su juego y más presencia en ataque, eso sí, sin suponer una amenaza para los locales.
Después del paso por los vestuarios el Villarreal salió con una marcha más y encerró en su campo al Real Valladolid durante los primeros compases de la reanudación. A los once minutos del segundo tiempo llegó el gol del empate, que llegó con polémica, infundada, y con suspense. Cazorla sirvió un centro desde la banda izquierda, Iborra peinó el balón y Gerard Moreno remachó a gol rematando en el área chica. Todo claro pero no para Hernández Hernández, que señaló falta del centrocampista valenciano en primera instancia, una falta tan inexistente como injusta. El colegiado canario, con más tiempo del coherente para decretar una decisión, terminó validando el gol, el undécimo del ariete groguet.
Tras el gol, y con un paréntesis plagado de interrupciones, el Villarreal pudo darle la vuelta al marcador con un remate de Paco Alcácer, Manu Trigueros filtró un balón al espacio y el valenciano, solo ante el Jordi Masip, envió el cuero fuera. El paso de los minutos dibujó un encuentro marcador por la falta de ritmo, propiciado por las constantes interrupciones. Javi Calleja metió a Samu Chukwueze para desatascar la situación, aunque sorprendió que le diera entrada por Paco Alcácer. Este cambio reubicó a Gerard Moreno a la punta de ataque para dejarle la banda derecha al extremo nigeriano.
Ambos equipos debían meterle una marcha más al partido para llevarse los tres puntos, Sergio González sacó a su fichaje estrella en este marcado invernal, el atacante francés Ben Arfa, un refuerzo mediático en Pucela. Pero la posesión era amarilla, Santi Cazorla comenzó a hacer y deshacer en la línea de tres cuartos de campo, y eso, evidentemente, era una buena noticia para los de Javi Calleja. Los amarillos merodeaban la portería de Masip, sin crear excesivo peligro pero ofreciendo la sensación de que en cualquier momento podía generar alguna ocasión con márchamo de gol. El técnico amarillo sacó a Ontiveros, la chispa del andaluz podía terminar de desatascar el partido ante un rival que, prácticamente, dimitió en sus labores ofensivas, aunque siempre podía caer alguna contra. El colegiado prolongó el choque seis minutos, es lo que tiene el VAR, pero ni hubo goles ni tan siguiera ocasiones, solo Alcaraz, a balón parado tuvo opción, sin acercarse, de desequilibrar el marcador.
Este empate tiene un sabor agridulce para los amarillos, que necesitaban una victoria tras el batacazo copero. El cuadro groguet es séptimo con 35 puntos, y se sitúa provisionalmente a un punto de la zona de Europa League y a cuatro de la Champions. En la próxima jornada el Villarreal recibirá al Levante en un atractivo derbi que tendrá lugar en el Estadio de Cerámica el sábado 15 (18.30 horas).