Los vinarocenses, que sólo pudieron disponer de 13 jugadores en el último partido del año, tienen previsto cerrar en próximas fechas nuevas incorporaciones a su plantel. El conjunto del Baix Maestrat, dirigido desde hace tres jornadas por Abraham Soto, no arroja para nada la toalla.
“El equipo ha mejorado bastante, ha de continuar en la línea de estos tres partidos y los resultados llegarán, al menos ahora se sale en los encuentros a disfrutarlos”. Es el mensaje optimista y esperanzador para la afición del Vinaròs, que lanza su entrenador Abraham Soto, que además se ha planteado –en sintonía con el club- el asunto de los refuerzos para la plantilla albiazul: “Tanto yo como el presidente estamos esforzándonos en buscar refuerzos de cara a la segunda parte de la temporada”.
En todo caso, los resultados siguen sin acompañarle al combinado langostinero, que disputó en casa consecutivamente dos partidos ante rivales directos de la zona de descenso, en los que sólo se hizo con la obtención de un punto ante el Cullera (al empatar a dos goles después de ir ganando el Vinaròs por 2-0 ya en el minuto 3). Sin embargo, ante el Alcalà (en el derbi del Baix Maestrat) se volvió a las andadas y el equipo vinarocense volvió a salir escaldado por el rotundo marcador encajado (1-5).
En ese último partido, los visitantes se avanzaron en el minuto 3, pero Cristian empató para el Vinaròs antes del cuarto de hora. El Alcalà volvió a ponerse por delante antes de la media hora. Con el 1-2, el partido estuvo muy disputado hasta la altura del minuto 70, que ahí se rompió el choque con polémicas decisiones arbitrales, dos goles más del Alcalà y tres expulsiones en las filas locales en apenas seis minutos. Cuando en el minuto 85 Xuso marcó el 1-5, los jugadores del combinado vinarocense, tras sacar de centro, permanecieron inmóviles unos segundos en protesta al trío arbitral.
El técnico del Vinaròs valoró para Golsmedia lo sucedido el pasado domingo en la Ciutat Esportiva de Vinaròs. “Era como plantearse si merecíamos quedarnos con tres jugadores menos en el campo cuando del minuto 1 al 70 fue un partido superlimpio; una de las expulsiones me pareció clara, pero no las otras dos”. Abraham reconoce que los jugadores “estaban nerviosos” y también que el árbitro “no tuvo su día, fue un cúmulo de casualidades; con el 1-2, Cristian se quedó solo y fue levantado el banderín, cuando uno salía de nuestro propio campo; dos minutos después, nos pitan un penalti que no era y no hay más, el árbitro se equivocó como nos podemos equivocar nosotros”.
Por otra parte, solamente dos cambios pudo efectuar el entrenador vinarocense en el partido con el Alcalà, al disponer de únicamente 13 jugadores, ya que ni siquiera pudo recurrir esta vez a más jugadores del equipo juvenil, que tenía partido en Moncada también el domingo. Mientras llegan los nuevos refuerzos y se normaliza la situación con fichas “A” en la primera plantilla, el equipo albiazul entrenará (en estas fechas de parón liguero) dos días a la semana, para no perder el ritmo, sobre todo teniendo en cuenta que no pudieron realizar una pretemporada normal.
Para el siguiente partido frente al Club La Vall, a la vuelta del periodo navideño, además de los tres expulsados de la semana pasada –Polet, Cristian y Galeote-, Soto seguirá sin poder contar con Espi (que aún le queda por cumplir su sanción), mientras que a Josep le falta poco para recuperarse de su lesión. El resto, en principio, sí que estarán disponibles, al margen de los refuerzos que se esperan con los brazos abiertos en la entidad langostinera.
El histórico Vinaròs CF cierra, así las cosas, un año 2015 auténticamente para olvidar, en el que la actualidad del club ha estado plagada de penurias extradeportivas, que le llevaron a tener que reenfocar drásticamente su planteamiento. Eso sí, la buena noticia es que los ex jugadores que habían interpuesto una demanda judicial contra el club vinarocense, según ha trascendido, estarían dispuestos a retirarla tras haber llegado a un principio de acuerdo con la directiva presidida por Ximo Geira. Y entre tanto, en lo meramente deportivo, con sólo dos puntos sumados en casi media vuelta por cumplirse, la situación del Vinaròs es muy complicada, pero confían en el seno del club que todavía sea reversible.
